Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
De acuerdo con un nuevo informe del Foro Económico Mundial (WEF), a medida que tecnologías emergentes, incluida la inteligencia artificial o la computación cuántica, asumen funciones cada vez más críticas, se requieren nuevos niveles de ciberresiliencia para protegerla de ataques. Aun así, el Foro sostiene que el 56% de los líderes cree que las tecnologías emergentes brindarán una ventaja a los atacantes cibernéticos. No obstante, las falsificaciones profundas, el desarrollo de malware y las filtraciones de datos se encuentran entre las principales preocupaciones de los ejecutivos que respondieron a la encuesta.
En el informe "Navegando la ciberresiliencia", el WEF señala un nuevo enfoque para garantizar una ciberseguridad rigurosa a medida que avanza la tecnología. "La mentalidad tradicional de seguridad por diseño, que se centra en incorporar funciones de seguridad en las nuevas tecnologías desde el principio, ya no es suficiente ante el complejo y cambiante panorama de amenazas", afirma el informe. "En cambio, existe una necesidad apremiante de adoptar un enfoque de resiliencia por diseño, que vaya más allá de la mera protección para garantizar que los sistemas puedan resistir y recuperarse de los inevitables ataques que se producirán", añade.
Uno de los aspectos que señala el documento es que la superficie de ataque es cada vez mayor. Para 2025, se calcula que 75 mil millones de dispositivos conectados representarán cada uno una vulnerabilidad potencial. En segundo lugar, la inteligencia artificial presenta vulnerabilidades como el envenenamiento de datos, la manipulación de modelos y los ataques adversarios, como el phishing. Aun así, la IA tiene también la capacidad de mejorar la ciberseguridad, aunque la innovación constante será esencial para crear estrategias de defensa avanzadas y en evolución.
Por otro lado, la computación cuántica, un sistema que podría dejar obsoleta la tecnología de cifrado actual, puede ser el puente para los ciberdelincuentes para desbloquear el cifrado en el futuro. Hay evidencia de que los cibercriminales están almacenando datos para desbloquear el cifrado en el futuro.
Los cibercriminales tienen también a disposición las cadenas de suministro globales. Se requerirán medidas de seguridad sólidas de extremo a extremo para garantizar un flujo ininterrumpido de bienes entre las economías globales.
Aunque las amenazas son cuantiosas, hay una escasez de profesionales de ciberseguridad con experiencia en tecnologías emergentes lo cual está debilitando las defensas. Para responder a estas amenazas, el WEF hace un llamado a los sectores público y privado para invertir en la contratación y la capacitación en materia de ciberseguridad.
Según el director del Centro de Ciberseguridad del WEF, Akshay Joshi, la resiliencia "requiere que las organizaciones y los responsables de las políticas amplíen su enfoque y no se centren únicamente en mejorar la ciberseguridad, sino que amplíen su espectro de acción para promover la ciberresiliencia". Al mismo tiempo, "implica construir sistemas que no solo sean seguros, sino también flexibles y adaptables, con la capacidad de evolucionar en respuesta a las amenazas emergentes".
A medida que las tecnologías emergentes se integren más en las economías, los marcos regulatorios desempeñarán un papel clave en la promoción de la seguridad desde el diseño y la facilitación de la cooperación internacional. El informe recomienda invertir en investigación y desarrollo y en soluciones innovadoras, como técnicas criptográficas avanzadas y herramientas impulsadas por la IA. Así como sostener alianzas fortalecidas entre el gobierno, la industria y el mundo académico. Estas colaboraciones deben centrarse en la resolución colectiva de problemas y en la mejora de las habilidades cibernéticas en áreas tecnológicas emergentes.
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