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Un estudio realizado por el medio de análisis en tecnología Rest of World informó, la tecnología de identificación y vigilancia en Singapur registró un crecimiento en la nueva normalidad. Diversos dispositivos colocados en las calles y aplicaciones de smartphones han creado un ecosistema que autoridades del país consideran parte de su iniciativa de smart city. No obstante, el estudio advirtió, el acceso a información sensible, control de población, y medidas de represión ante comportamientos sospechosos representan una alerta ante observadores internacionales.
Este país se convirtió en el primer estado que aceptó el reconocimiento facial como identificación oficial en septiembre de 2020. Según los primeros reportes, la tecnología de identificación biométrica con sensores ópticos fue planeada para garantizar el acceso a servicios gubernamentales y privados en Singapur. Andrew Bud, CEO de la empresa iProov, informó que el sistema detrás del servicio es SingPass, el cual permite identificar rasgos faciales y lenguaje corporal. Por su parte, una publicación del Ministerio de Asuntos Nacionales (MHA) indicó, 5 mil cámaras de vigilancia policiaca fueron instaladas en 2017. Este proyecto sirvió como base para la modernización de los sistemas de identificación y reconocimiento, cuyo punto más importante ocurrió de manera paralela a la crisis sanitaria.
De acuerdo con el medio Japan News, el Buró de Inteligencia de Singapur informó que la tecnología de identificación detecta anormalidades y comportamientos potencialmente peligrosos entre las multitudes. Asimismo, los mecanismos para identificar rostros y lenguaje corporal puede ser empleado para rastrear intercambios comerciales entre los carteles de drogas que operan en el territorio.
Si bien las autoridades comentaron sobre la implementación de estas tecnologías en un contexto positivo, algunos especialistas y organizaciones internacionales consideran dichas prácticas como perjudiciales en tema de privacidad y protección de los derechos humanos. Un estudio periodístico publicado en el portal Sage Journals informó, Singapur aseguró su posición como ciudad inteligente durante la pandemia por Covid-19. Con la ayuda de la app de rastreo e identificación llamada TraceTogether, 5.7 millones de habitantes en este país recibieron un seguimiento de la situación sanitaria. No obstante, debido a la identificación de cada dispositivo móvil, la capacidad de vigilar y tener acceso a información sensible de las personas en todo momento levantó preocupaciones.
Rest of World destacó el incidente Jolovan Wham, activista arrestado y privado de su libertad por las autoridades durante un ejercicio legítimo de protesta en Singapur. Bajo esta línea agregaron, su identificación y aprehensión se concretó gracias al sistema de reconocimiento y prevención de siniestros. Asimismo, el medio criticó que organizaciones como el Foro Económico Mundial (WEF) no tenga una mayor cobertura sobre el tema de privacidad y se refieran al país como una "utopía tecnológica".
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