Ciudad de México,
Patricio Contreras
Crédito foto: Captura de pantalla
Tras la reunión anual de accionistas de la compañía y un breve resumen de los logros de la empresa durante el 2020, el cofundador y CEO de Tesla, Elon Musk, dio comienzo al evento "Battery Day", celebrado en Palo Alto, California, el 22 de septiembre de 2020. El panel estuvo destinado a exponer los detalles de su próxima generación de baterías para coches eléctricos y los beneficios que supondrá en términos de impacto ambiental y costos, mismos que, estiman puede reducirse en hasta un 56% por Gigawatts/hora (GWh).
Para Elon Musk, el éxito de su empresa debe medirse según "qué tanto contribuye a acelerar la transición a energías renovables", aspiración resumida en el objetivo de producir energía ya no en términos de GWh, sino de TeraWatts por hora (TWh). Derivado de esto, busca una reducción radical de los costos acarreados en la generación de energía, pues, argumentó Musk, a pesar de que el mercado de vehículos eléctricos está creciendo, su accesibilidad no crece a la misma tasa. Sin embargo, escalar es complicado, además de inviable con los medios actuales.
La solución de la automotriz californiana radica principalmente en el diseño de su nueva batería y la celda que la contiene, los cuales entrañan el potencial de transformar la totalidad de la cadena de producción de la compañía y fueron definidos por Musk como el salto más importante de la empresa. El giro principal de este diseño consiste en la optimización el tamaño de la celda en relación con el tránsito de electrones, factor contribuyente al sobrecalentamiento y que podría reducirse en un 500 por cierto. Según la presentación, cada celda tendrá la capacidad de brindar 5 veces más energía, 16% más rango y 6 veces más poder con respecto al actual modelo 2170.
No obstante, el impacto más grande que espera la compañía es en la cadena de producción, desde la obtención de materiales hasta su manufactura en fábrica. Sobre los minerales, Tesla propone utilizar silicón crudo, uno de los elementos más abundantes en la corteza terrestre, para fabricar los ánodos y someterlo a un tratamiento mínimo y de bajo costo. Ello reducirá el impacto de este proceso de manufactura a tan solo 1.2 dólares por GWh, además de permitir un aumento del 20% en el rango y de ser capaz de disolver 9 veces más litio que las soluciones de grafito utilizadas comúnmente en baterías de litio.
Para otra de las piezas fundamentales de las baterías de Tesla, el cátodo, se planea una transición del metal cobalto al níquel. Aunado a esto, la compañía planea localizar su extracción en Estados Unidos e implementar un proceso de tratamiento "en seco" que resulta más limpio y conlleva menor gasto de agua. Esto potenciara una reducción del 15% de los costos por GWh.
En cuanto a la manufactura, la empresa de Elon Musk planea repensar sus fábricas y gestar una linea de ensamblaje dinámica y continua, permitiendo una mayor producción de partes por minuto. Inspirados en las embotelladoras, buscan que los instrumentos automáticos en sus lineas de ensamblaje produzcan 20GWh por hora, 7 veces más que la producción actual. Ello por medio de varias estrategias.
Principalmente, con el desarrollo de un nuevo electrolito en polvo que pueda ser rápidamente depositado en el cuerpo principal de la batería. Además, la empresa presentó una nueva aleación de aluminio para la estructura de los coches que no requiere calor para moldearse, pero resultan igualmente resistentes. Finalmente, la composición de los vehículos en relación a las baterías será más integral, pues estas serán parte fundamental de la estructura del vehículo y le brindarán resistencia adicional. Ello permitirá ahorrar la manufactura de 79 partes por cada vehículo, además de generar 10 veces menos emisiones y consumir 10 veces menos energía.
Contrastando con este optimismo, Musk constantemente hizo eco del comentario que compartió la mañana del 22 de septiembre de 2020 a través de su cuenta de Twitter. Declaró, la tecnología anunciada en el evento del 22 de septiembre aún no está lista para su producción e implementación en masa en modelos automotores, sino que se trata de una estrategia para anticiparse a una posible escasez de suministros en años futuros; además, continuarán tercerizando la producción de baterías a compañías como Panasonic y LG. Esta declaraciones precipitaron una caída del 6% en las acciones de Tesla.
Si bien, adelantan, a sus fábricas les tomará aproximadamente un año se capaces de producir más de 100 GWh, esperan ver resultados tangibles en un periodo de aproximadamente 3 años, además de ver su producción crecer a 3TWh para el año 2030. Finalmente, el jefe de la compañía de Palo Alto aseguró, la adopción de esta tecnología en baterías de nueva generación será necesaria para que cualquier compañía automotriz sea competitiva en el futuro, y anticipó que un vehículo de Tesla podría ver su costo reducido a tan solo 25 mil dólares.