Ciudad de México,
Noelia Acuña
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El avance en la detección temprana del Alzheimer está dando grandes pasos gracias a un innovador análisis de sangre que podría estar disponible en un futuro cercano. Este avance promete revolucionar el diagnóstico de una enfermedad que actualmente afecta a más de 55 millones de personas en todo el mundo. Es por ello, investigadores, como Randall Bateman de la Universidad de Washington, se encuentran desarrollando un método para evaluar el riesgo de Alzheimer.
Dicho avance podría transformar el manejo y tratamiento de la enfermedad al facilitar una detección precoz, abriendo nuevas posibilidades para intervenciones preventivas y una mejor calidad de vida para los pacientes. Asimismo, Randall Bateman, quien se desempeña como neurólogo, indicó que en poco tiempo, un simple análisis de sangre podría revelar el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
"Cualquier médico de familia podrá hacerlo", afirmó Bateman, quien estuvo involucrado en los ensayos clínicos sobre el Alzheimer durante casi dos décadas. Este avance permitirá detectar tempranamente con un análisis de sangre, parecido al del colesterol, facilitando intervenciones preventivas. Con una detección precoz mediante biomarcadores sanguíneos surge la promesa de transformar el tratamiento y el manejo de la enfermedad.
Por otra parte, la detección se podría hacer mediante biomarcadores sanguíneos, son relativamente económicos y precisos. Un biomarcador es una molécula en la sangre o tejidos indicando el estado médico de una persona, y aunque no son tratamientos en sí mismos, están revolucionando la forma en que se desarrollan y aplican las terapias. Además, los biomarcadores están mejorando la precisión de los ensayos clínicos, permitiendo la intervención en etapas más tempranas del Alzheimer.
Además, esto facilitará el rastreo de la evolución de la enfermedad y, el estudio de patología básica. Jonathan Schott, neurólogo del University College de Londres, manifestó entusiasmo en la comunidad científica por los avances, permitirán una mejor planificación y ejecución de tratamientos.
No obstante, el Alzheimer representa aproximadamente dos tercios de los casos de demencia y se caracteriza por la presencia de placas de proteína beta-amiloide, ovillos de proteína tau y espacios vacíos en el cerebro. Los científicos lograron mapear la secuencia patológica gracias a los biomarcadores para estas proteínas. En ese sentido, las placas amiloides se forman primero, seguidas por los ovillos de tau y finalmente los síntomas aparecen entre 10 y 20 años después de que se desarrollan las placas.
A pesar de los desafíos iniciales en el desarrollo de medicamentos, la introducción de anticuerpos antiamiloide más seguros demostraron que la eliminación temprana de las placas puede ralentizar la progresión del Alzheimer. Los biomarcadores juegan un papel importante en la investigación, proporcionando herramientas precisas para el diagnóstico y el monitoreo de la enfermedad.