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Un nuevo estudio de la Universidad de Wayne State confirma la potencial utilidad de un biomarcador sanguíneo, mínimamente invasivo y fácilmente accesible, para predecir la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Según la investigación publicada en la revista científica Brain, la medición de los niveles de neurofilamento ligero (NfL) en sangre podría revolucionar el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad neurodegenerativa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad de Alzheimer es una de las formas más comunes de demencia y representa entre el 60 y 70 por ciento de casos de dicho padecimiento. Se trata de un trastorno donde lentamente se destruye la memoria, las habilidades de pensamiento y, eventualmente, la capacidad de realizar incluso tareas sencillas, aseguran los especialistas. Aunque actualmente no se conoce una cura, la comunidad científica trabaja continuamente en nuevas formas de tratamiento y detección temprana.
El nuevo biomarcador para predecir Alzheimer
Los investigadores de la Universidad de Wayne State analizaron la literatura existente para llegar a tal conclusión sobre el neurofilamento ligero como marcador de la enfermedad de Alzheimer. De acuerdo con el comunicado de la Universidad, examinaron la asociación entre el NfL en suero o plasma y las medidas de neurodegeneración estructural y funcional del cerebro. Esto último mediante el uso de imágenes por resonancia magnética o de tomografía por emisión de positrones.
Así, los investigadores concluyeron que los altos niveles de neurofilamento ligero en sangre reflejan la gravedad de la atrofia en varias regiones cerebrales superpuestas, particularmente del lóbulo temporal medial. Asimismo, los niveles más altos de NfL en suero también se correlacionan con un hipometabolismo más severo de la glucosa cerebral, así como con una integridad disminuida de la materia blanca. Similarmente, encontraron relaciones significativas entre el neurofilamento ligero en sangre y la atrofia en regiones cerebrales vulnerables a la patología del Alzheimer.
Mediante la revisión de estudios, los investigadores encontraron que el aumento del neurofilamento ligero en sangre puede preceder a los cambios relacionados con la enfermedad de Alzheimer. Igualmente, los niveles de NfL en sangre pueden estar elevados en las etapas preclínicas del padecimiento.
De esta forma, la medición de este biomarcador podría ser especialmente útil en pacientes con patología de Alzheimer, pero que actualmente están cognitivamente intactos. Asimismo, resultaría útil para el análisis en personas con alta probabilidad de desarrollar enfermedad de Alzheimer por factores genéticos. Según el comunicado, los niveles de neurofilamento ligero aumentan con el envejecimiento típico como un marcador no específico de daño neuronal. Sin embargo, los niveles y las tasas de aumento vistos en la enfermedad de Alzheimer son más altos.
Los investigadores detallan que aún quedan lagunas por investigar para dar un uso útil a los niveles de neurofilamento ligero en sangre como biomarcador de la enfermedad de Alzheimer. Junto con otros descubrimientos, como la identificación de nuevos factores de riesgo para padecer demencia, los especialistas esperan encontrar nuevas formas de tratamiento oportuno para aliviar los estragos de la enfermedad.
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