Unity da un giro de 180 grados: ¿cómo quedará la nueva política de cobranza en 2024?

 27-09-2023
Ali Figueroa
   
Foto: Gustavo Torres (NotiPress/Composición)

Foto: Gustavo Torres (NotiPress/Composición)

Tras generar una serie de respuestas negativas por la nueva política de cobranza para los desarrolladores de videojuegos, Unity emitió una disculpa y modificó los criterios de su plan. De acuerdo con Marc Whitten, presidente de la compañía, los nuevos cambios incluyen un cobro por instalación de juegos desarrollados en Unity a partir de 2024, así como una alternativa de pago con participación de ingresos para proyectos con ganancias sobre el millón de dólares.

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A través de un comunicado del 12 de septiembre de 2023, Unity reveló los detalles de su plan de cobranza a desarrolladores que usen su motor para crear videojuegos y otros contenidos multimedia. Originalmente, la política estipuló un cobro al equipo de desarrollo por cada primera ejecución de un software luego de su instalación, también conocida como "runtime fee".

Si bien la compañía no reveló el monto específico de cobranza, señalaron que estaría directamente relacionado con el éxito del videojuego, basado en las compras y ejecuciones del producto. Ello desató preocupaciones entre los equipos de desarrollo, especialmente en los segmentos considerados independientes, y en estudios que publican videojuegos gratuitos, los cuales podrían caer en bancarrota por su falta de financiación.

Mediante dos disculpas públicas, compartidas en el comunicado oficial el 17 y 22 de septiembre, el equipo de Unity señaló haber reconsiderado la nueva política de cobranza. Bajo esta línea, el director señaló nuevas modificaciones con respecto al plan de cobranza en una carta publicada en el portal oficial del motor de desarrollo.

En primer lugar, aseveró, el cobro entrará en vigor para proyectos que migren a la versión de 2024, por lo cual los pagos retroactivos podrían no aplicar para quienes permanezcan en versiones anteriores de Unity. Al respecto de este punto, una investigación realizada por NotiPress encontró que los desarrolladores no tienen claro cómo funcionará la capacidad de Unity para cobrar de manera retroactiva.

Por su parte, personas involucradas en los procesos de creación y diseño de videojuegos informaron en X, anteriormente Twitter: para evitar un posible cobro retroactivo, la recomendación es no actualizar Unity en 2024. Sin embargo, medios especializados en tecnología sostienen que el cobro por proyectos anteriores a la fecha estipulada no estarán sujetos a esta clase de cobro.

Un segundo cambio a la política de cobranza es la ampliación de los métodos de pago para grandes desarrolladores. Por ello, la edición 2024 de Unity permitirá tanto el pago por instalaciones, como una alternativa que implica ceder 2.5% de los ingresos a la compañía.

Finalmente, los proyectos con ingresos de hasta 200 mil dólares (md) estarán exentos de pagar las cuotas de instalación, sin importar si adoptaron la nueva versión de Unity. Aunado a ello, los videojuegos desarrollados bajo el modelo Unity Personal, utilizado especialmente en los ámbitos de aprendizaje, tampoco estarán sujetos a cobranza.

Pese a la disculpa de Whitten, las repercusiones de la nueva política alcanzaron a diversos grupos de desarrollo enfocados en el motor Unity. Tal es el caso de Boston Unity Group (BUG), grupo de expertos y entusiastas del motor de desarrollo que trabajan sobre esta herramienta desde 2010. En un comunicado oficial, voceros de BUG señalaron que abandonarán Unity en sus eventos de desarrollo colectivo de videojuegos a partir del 27 de septiembre de 2023.




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