Foto: Josue Díaz (NotiPress/Composición)
La industria de los videojuegos tiene un valor de alrededor de 193 mil millones de dólares, casi el doble de tamaño que las industrias del cine y música combinadas, según Statista. Con casi tres mil millones de gamers a nivel mundial, los datos de cada uno de los jugadores podría estar en riesgo, según un nuevo estudio.
En los años más recientes, los juegos online han mostrado que pueden mejorar y fomentar el bienestar y las relaciones sociales. Sin embargo, tanto la privacidad como los problemas de concienciación podrían contrarrestar los beneficios y causar un daño real a los jugadores.
Un nuevo estudio, realizado por el Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Aalto, reveló potenciales prácticas cuestionables de recopilación de datos en videojuegos online. Asimismo, señaló conceptos erróneos relacionados con la privacidad entre los jugadores. La investigación también ofrece estrategias para mitigar el riesgo para los jugadores y recomendaciones para los desarrolladores de videojuegos para mejorar la privacidad.
Janne Lindqvist, profesor asociado en ciencias de computación en Aalto, comentó que los participantes dijeron proteger su seguridad al evitar usar el chat con voz. Pero, el análisis reveló que algunos juegos incitan a las personas a develar sus identidades al ofrecer recompensas virtuales.
Los autores identificaron que los desarrolladores de los videojuegos usan una interfaz oscura para manipular a los usuarios a realizar algo que no harían de otro modo. Lo anterior, podría facilitar la recopilación de datos de los jugadores y alentarlos a integrar sus cuentas de redes sociales o, incluso, aceptar el intercambio de datos con terceros.
Al integrar las redes sociales a los videojuegos, los jugadores no saben a lo que los juegos tienen acceso en sus cuentas o el tipo de información que reciben. La comunidad gamer a nivel mundial, ha sido blanco de un escrutinio en los últimos años por el acoso en línea y la cultura de agotamiento de la industria. Aunque estos problemas siguen estando presentes, el impulso para una mayor regulación tecnológica en Estados Unidos y la Unión Europa pusieron en primer plano los problemas de privacidad.
Esta recopilación de datos es escudada cuando los jugadores aceptan los términos de privacidad. Cuando los datos de los usuarios son colectados, los jugos deben asegurarse de que los jugadores entiendan y consientan a qué ceden su información.
Según el estudio, generalmente los participantes no están conscientes que sus conversaciones en chats podrían revelarse a terceros. Los videojuegos tampoco notifican a los jugadores de los datos compartidos durante el juego.
Aunque los jugadores saben de los riesgos, muchos de ellos utilizan estrategias mitigar los riesgos, reveló la investigación. Las gamers son las más afectadas, por lo cual sienten la necesidad de ocultar su género cuando juegan creando avatares o absteniéndose de mantener conversaciones de voz.
Finalmente, el estudio propone realizar una recolección de datos más transparente. En general, los autores recomiendan a los juegos y plataformas esforzarse para proteger a todos los jugadores.
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