Competencia entre medios impulsa la desinformación como estrategia informativa

 20-06-2025
Brenda Rodríguez
   
Portada | Tiempo libre
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

La propagación de noticias falsas ha dejado de ser un fenómeno aislado vinculado a redes sociales para convertirse en una estrategia sostenida entre medios de comunicación. Un estudio publicado en Science Advances reveló que la competencia informativa está motivando la difusión deliberada de desinformación con el objetivo de conservar audiencia y poder de influencia.

Investigadores de la Universidad de Texas y la Universidad Nacional de Seúl analizaron este fenómeno bajo el modelo del "juego de suma cero", donde la ganancia de una fuente implica directamente la pérdida de otra. Esta lógica competitiva, explican, puede llevar a los medios a reproducir contenidos falsos o sensacionalistas cuando un competidor lo hace, generando una "carrera armamentista" de desinformación.

Tal informe resalta que esta dinámica se acentúa por la presión constante de captar atención en la era digital. Los materiales engañosos suelen atraer mayor interacción, aunque a largo plazo afectan la credibilidad de quienes los difunden. Para modelar estas decisiones, el estudio empleó el concepto de "equilibrio de respuesta cuántica", reconociendo que las decisiones humanas no siempre siguen una lógica racional estricta.

Entre los hallazgos, se identificó que los medios con orientación política marcada, especialmente independientes o de menor escala, tienden a ser mayores difusores de desinformación. Según los autores, esto refleja motivaciones ideológicas más que una intención exclusivamente comercial.

Dicho análisis subraya que la desinformación actúa como un proceso continuo y adaptativo, no como una acción puntual. En este contexto, una fuente puede optar por aumentar la falsedad de su contenido si otra incrementa su credibilidad, lo cual perpetúa el ciclo de degradación informativa.

Además, se demostró que producir propaganda política mediante inteligencia artificial puede costar tan solo 400 dólares, lo cual evidencia lo accesible que se ha vuelto manipular narrativas a gran escala.

Rubén Rivas de Roca, profesor de Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela, declaró a Science Media Centre España: "Resulta ilustrativo que el incentivo por el tráfico web (conocido como clickbait) se imponga al criterio de la verosimilitud de los hechos".

El estudio propone mitigar la rentabilidad de la desinformación e incentivar la credibilidad, como mecanismos para reformar el ecosistema informativo. Asimismo, destaca la necesidad de alfabetización mediática para fortalecer a la audiencia y reducir el consumo de contenidos falsos. "Una audiencia bien formada puede representar la oportunidad para reducir el consumo de productos informativos tóxicos y romper así el ciclo de la desinformación", concluyó Rivas de Roca.




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