Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Hay una buena noticia para quienes tienen miedo a volar y es que, según un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), los vuelos comerciales se han vuelto aproximadamente dos veces más seguros cada década desde los años 1960. Los investigadores observaron que, mientras en el período 1968-1977 el riesgo de fatalidad en viajes aéreos comerciales era de 1 por cada 350 mil embarques de pasajeros a nivel mundial, entre 2018 y 2022, ese índice de probabilidad pasó a 1 por cada 13,7 millones.
"Se podría pensar que existe un nivel de riesgo irreducible por debajo del cual no se puede bajar", asegura Arnold Barnett, profesor del MIT y coautor de la investigación.
"Sin embargo, la probabilidad de morir durante un viaje aéreo sigue disminuyendo alrededor de un 7 por ciento anual y sigue reduciéndose a un factor de dos cada década", agrega.Barnett compara estas mejoras a largo plazo en la seguridad aérea con la "ley de Moore", la cual indica que los innovadores siguen encontrando formas de duplicar la potencia de procesamiento de los chips aproximadamente cada 18 meses. Bajo esta perspectiva, los viajes aéreos comerciales se han vuelto aproximadamente el doble de seguros en cada década desde fines de los años 1960.
Por otro lado, Barnett sumó a la investigación el impacto de Covid-19 en los vuelos comerciales. El estudio indica que, entre marzo de 2020 y diciembre de 2022, el periodo anterior a la implementación de las vacunas, hubo alrededor de 4.760 muertes en todo el mundo por Covid-19 asociadas, directa o indirectamente, con su transmisión en aviones de pasajeros. Esto provocó un giro a la estadística.
Aún así, eso no ha interrumpido las tendencias de mejora a largo plazo. Barnett sugiere que hay una combinación de factores en juego, entre ellos los avances tecnológicos, como los sistemas anticolisión en los aviones, una formación exhaustiva y un trabajo riguroso por parte de organizaciones como la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte.
Sin embargo, la seguridad aérea es dispar dependiendo el lugar. Por eso, el estudio divide al mundo en tres niveles conforme a sus registros de seguridad aérea comercial. Los países del tercer nivel registraron 36,5 veces más muertes por pasajero dentro del periodo 2018-2022 que en el nivel superior. No obstante, las muertes en viajes aéreos por embarque también se redujeron en el tercer nivel.
La diferencia se puede interpretar de dos maneras, asegura Barnett. Por un lado, es bueno que estén mejorando como los países líderes en seguridad aérea, pero en teoría, si aplicaran las lecciones aprendidas en otros lugares, podrían ponerse al día aún más rápido.
En conclusión, el estudio destaca lo notable, a lo largo de todo el mundo, de la mejora de la seguridad aérea. Pese a que el progreso nunca está garantizado en esta área, los países líderes siguen encontrando formas innovadoras para volar de forma más segura.