
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En Brownsville, Texas, un grupo creciente de familias decidió retirar a sus hijos de Alpha School tras experimentar condiciones que calificaron como excesivas. El modelo educativo del plantel, centrado en software con inteligencia artificial y métricas automatizadas, generó preocupación entre padres por el impacto emocional y físico en los menores.
Kristine Barrios, madre de dos alumnos de la escuela, relató a WIRED que su hija de 9 años repitió una misma lección de matemáticas más de veinte veces en la plataforma IXL. Al solicitar una excepción, le dijeron: "eso era lo esperado de ella". La menor se había atorado en una serie de ejercicios sin poder avanzar de nivel, lo que llevó a sus padres a intervenir durante días para completar la actividad asignada.
Barrios también declaró: "el personal escolar me informó que mi hija no comía porque prefería hacer sus trabajos". Según su testimonio, la menor utilizaba el horario de almuerzo para alcanzar los objetivos impuestos por el software. Tiempo después, un pediatra detectó una pérdida de peso considerable y recomendó que la niña comiera meriendas entre comidas. Si bien la familia envió una nota médica, la estudiante regresó con la comida sin tocar. Barrios indicó: "Me dijeron que no se la darían hasta cumplir sus objetivos de aprendizaje".
Al menos cinco familias con múltiples estudiantes abandonaron el campus de Brownsville, según el director actual, Paige Fults. Las salidas se produjeron a pesar de que Alpha continuó promocionando ese plantel como modelo en solicitudes de expansión. La escuela aplica el sistema "2 Hour Learning", que organiza el aprendizaje en sesiones breves guiadas por software personalizado y con la asistencia de tutores remotos.
En respuesta a consultas de WIRED, Alpha emitió un comunicado en donde afirmó: "Las acusaciones de que Alpha ha maltratado, castigado o causado daño a algún alumno son categórica y demostrablemente falsas. Alpha y sus empleados priorizan un entorno seguro y productivo para acelerar la maestría académica y permitir que los alumnos prosperen".
Además del uso intensivo de plataformas educativas, los padres manifestaron inquietud por las herramientas de supervisión. El manual escolar informaba que no existía expectativa de privacidad dentro del campus. Según testimonios, la institución podía acceder a grabaciones desde las cámaras web de los alumnos si no se desactivaban funciones fuera del horario escolar. Una madre descubrió que su hija había sido grabada en casa durante una sesión nocturna, tras recibir una alerta del sistema por conducta inusual.
La situación motivó a varios padres a buscar nuevas alternativas. Algunos optaron por el retorno a la educación pública; otros retomaron el modelo de enseñanza en casa. Barrios afirmó que tras abandonar Alpha, su hija comenzó a comer regularmente y con el tiempo recuperó el entusiasmo por el aprendizaje.
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