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Los Premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, los Oscar, reconocen lo mejor de la industria del cine. O, al menos, lo mejor que el cine produce de manera centralizada en Hollywood, la industria fílmica norteamericana. Y, a pesar de que el cine no tiene nacionalidad, a lo largo de 92 ediciones el Oscar ha premiado en la categoría de Mejor Película a filmes hablados exclusivamente en inglés.
"Parásitos", del coreano Joon-ho Bong, presume este año su nominación a Mejor Película. Y es que pertenece a un muy reducido club de filmes no hablados en inglés que han sido considerados para el galardón más codiciado de la noche más glamurosa de la industria. Junto a ella, sólo otras 11 cintas habladas en otro idioma han tenido el privilegio de competir en la categoría, aunque en ningún caso lograron ganar.
En 1938, la película francesa "La Grande Illusion" de Jean Renoir (hoy considerada un clásico del cine) fue nominada al premio más grande de la noche, aunque entonces se llamaba Producción Sobresaliente. Tuvieron que pasar más de treinta años para que otro filme no hablado en inglés, "Z" (1969) de Costa-Gavras, fuese nominado en la categoría de Mejor Película. Ambos filmes, hablados en francés, trataban temas políticos con un ángulo crítico.
Para 1972, "Los emigrantes" de Jan Troell, contó el drama de una familia que deja su lugar de origen en una de las grandes crisis del siglo XIX. La Academia lo nominó pero la tenía difícil: competía contra "El Padrino", ganadora de la velada. El año siguiente Suecia volvió a figurar con "Gritos y Susurros" (1973), de Ingmar Bergman, en el grupo de nominados a Mejor Película. También se trata de un filme de época, delatando la tendencia de Hollywood de romantizar lo ajeno.
Transcurrieron más de veinte años para que "El cartero", una producción italiana (aunque dirigida por el inglés Michael Radford), se colara entre las nominadas al premio grande. La relación de un cartero con Pablo Neruda fue la sensación en 1994, pero el Oscar se lo llevó "Corazón valiente". La tendencia italiana siguió en 1998 con la nominación de "La vida es bella" de Roberto Benigni, una comedia dramática sobre el Holocausto que tampoco se llevó el trofeo, aunque ganó el Oscar a Mejor Película en Lengua Extranjera.
El cine oriental se puso de moda en 2000 gracias a "El tigre y el dragón" de Ang Lee, producción China hablada en mandarín. Ni sus espectaculares secuencias de pelea pudieron ganarle a "Gladiador". En 2012, "Amour" de Michael Haneke, un poderoso drama sobre la vejez hablado en francés, era para muchos la favorita de la noche. Y "Roma" (2018) del mexicano Alfonso Cuarón, la primera hablada en español en la categoría, tenía todos los favores de la crítica. ¿Qué tienen en común estos tres filmes? Que aunque ganaron el premio a Mejor Película Extranjera, perdieron en la categoría máxima.
Otros dos filmes no hablados en inglés pero concursaron en el grupo final para el premio son "Cartas desde Iwo Jima" y "Babel". Ambas se estrenaron en 2006 y son producciones estadounidenses, pero la primera está hablada mayormente en japonés y la segunda es una mezcla -como el título lo insinúa- de culturas y lenguas. Ambas perdieron ante "Los infiltrados", que dio a Martin Scorsese su primer Oscar a Mejor Película. ¿Será "Parásitos" el filme que rompa por fin esta tendencia? Todo se sabrá la noche del 9 de febrero de 2020.
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