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Cuando los periquitos monje se encuentran con un desconocido, no se lanzan al contacto inmediato: prueban el terreno, miden distancias y avanzan solo si la interacción parece segura. Un nuevo estudio reveló que estas aves aplican una "etiqueta social" propia para evitar conflictos en situaciones nuevas, comenzando con cercanía prudente antes de cualquier roce o acicalamiento. Sus patrones de aproximación ofrecen una mirada inesperada a cómo incluso especies pequeñas desarrollan estrategias complejas para convivir sin agresiones.
Publicada en la revista Biology Letters el 12 de noviembre de 2025, la investigación reunió a 22 periquitos silvestres capturados en cuatro regiones geográficas del estado de Florida, Estados Unidos. Estas zonas estaban separadas por distancias promedio de más de 16 kilómetros, lo cual redujo la posibilidad de familiaridad entre las aves antes del experimento. Posteriormente, se introdujeron en un entorno controlado: un recinto al aire libre de 2025 metros cuadrados, ubicado en las instalaciones del National Wildlife Research Center, operado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en Gainesville, Florida.
En un periodo de 22 días, un equipo de observadores documentó sus interacciones desde diversos ángulos. Se buscó analizar cómo se forman vínculos sociales entre individuos no relacionados previamente, comparando su comportamiento con el de aves que sí compartían historial de convivencia.
Así, el propósito fue identificar secuencias conductuales entre pares sociales con o sin familiaridad previa. Según el artículo, los individuos que no se conocían mostraron una tendencia clara a comenzar con cercanía sin contacto, seguida por comportamientos más intensos, incluidos acicalamiento, roce de hombros o alimentación mutua.
Durante el experimento, 175 de 179 pares de aves desconocidas se mantuvieron inicialmente a una distancia prudente, evitando el contacto físico directo. Solo un porcentaje reducido avanzó hacia comportamientos sociales más cercanos. Por su parte, los pares con familiaridad anterior evidenciaron desde el principio más acciones de tipo moderado o alto. Estos resultados sugieren un patrón distinto de interacción según el nivel de familiaridad entre los individuos observados.
Una diferencia notable fue la frecuencia con la cual los periquitos monje que finalmente interactuaron físicamente habían sostenido periodos prolongados de cercanía sin contacto. Este comportamiento, registrado únicamente entre aves no familiares, parece cumplir una función previa a la formación del vínculo. En contraste, aquellos que nunca establecieron contacto mostraron tasas inferiores de permanencia próxima.
También se evaluaron variables como la composición sexual de los pares, sin hallarse relación entre el sexo de los individuos y la secuencia de interacción. Además, los análisis incluyeron simulaciones estadísticas para descartar que los patrones observados fueran resultado del azar.
Este estudio aporta evidencia empírica sobre estrategias sociales en especies con estructuras grupales complejas. En el caso de los periquitos monje, la proximidad sin contacto funcionó como un paso intermedio el cual facilitó relaciones posteriores, sin provocar respuestas agresivas en un entorno de novedad social.
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