Foto: Nancy Guth en Pexels
Según una nueva investigación de la Universidad Estatal de Washington (WSU), los perros de terapia para mascotas mejoraron las habilidades de pensamiento y planificación de los estudiantes estresados. El estudio señaló que, para los estudiantes universitarios bajo presión, un perro puede ser el mejor aliado para lidiar contra el estrés.
De acuerdo con el estudio publicado por la revista AERA Open, demostró que los estudiantes estresados mostraron mejoras en sus habilidades cognitivas hasta seis semanas después de la finalización del programa. "Es un hallazgo realmente poderoso, las universidades están haciendo un gran trabajo para ayudar a los estudiantes para alcanzar el éxito", destacó Patricia Pendry profesora de la WSU.
Asimismo, el artículo mostró diferentes enfoques tradicionales de manejo del estrés los cuales no son tan eficaces para la población estudiada (universitarios). En comparación a dicho informe, el experimento alternativo se centró en proporcionar oportunidades para interactuar con perros de terapia.
Encima, los investigadores midieron el funcionamiento ejecutivo en los 309 estudiantes involucrados en la prueba, la función estuvo enfocada en las habilidades que uno necesita para planificar, organizar, motivar, concentrar y memorizar. "Todas las grandes habilidades cognitivas, necesitan un nivel muy alto de enfoque y niveles bajos de agobio para tener éxito en la universidad", puntualizó Pendry.
También, la profesora y coautora del estudio, llevó a cabo un seguimiento paralelo al trabajo experimental, a fin de encontrar que, acariciar animales durante 10 minutos puede tener impactos fisiológicos, reduciendo el estrés a corto plazo. "Nuestro trabajo estuvo enfocado en los universitarios que estaban en mayor riesgo de tensión, ellos fueron quienes tuvieron la mayoría de las mejoras en el funcionamiento ejecutivo", afirmó.
Con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral es identificado como un grupo de reacciones emocionales, psicológicas, cognitivas y conductuales ante una situación de exigencias máximas. Estudios han señalado que tener niveles altos de estrés puede significar siete veces mayor riesgo de agotamiento emocional, además de reflejarse en problemas físicos.
Los riesgos asociados con el estrés para la salud física van desde cardiopatías, trastornos digestivos, aumento de la tensión arterial, hasta dolores de cabeza y trastornos músculo-esqueléticos. Un reporte de la Academia Americana de Neurología encontró una relación donde las personas con actividades demandantes y poco control sobre ellos mismos tienen 58 por ciento más probabilidades de sufrir isquemia y 22 por ciento más de hemorragia cerebral.
Bajo ese contexto, los programas de interacción humano/animal permiten que los estudiantes con dificultades se relajen mientras hablan y piensan en sus factores de estrés. A través de animales de compañía, es más probable que se relajen y hacer frente a estos factores cuyo objetivo es sentirse abrumados. Ahora, la coautora del estudio Patricia Pendry y su equipo de trabajo de la Universidad Estatal de Washington, esperan comenzar a realizar el experimento en personas asociadas al campo laboral. Asimismo, enfocar el proyecto a un ambiente de tensión laboral y otros tipos de estrés, por ejemplo, estrés emocional, crónico o episódico.
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