Ciudad de México,
Patricia Manero
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La Semana Santa, además de su relevancia religiosa, representa una oportunidad valiosa para la introspección, el descanso consciente y la renovación interior. En este contexto, diversas voces espirituales invitan a aprovechar estos días para fortalecer la conexión personal y emocional con uno mismo.
"Para nosotros, como iglesia cristiana, la Semana Santa y la Pascua son más que una celebración: es un tiempo sagrado de renovación y un recordatorio del amor infinito de Jesucristo. Se trata de un momento en el que podemos tener un nuevo comienzo, esperanza, encontrar perdón y mirar el futuro con fe", indicó Hugo Montoya, presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en México, en información para NotiPress.
Entre las prácticas sugeridas se encuentra la búsqueda de momentos de silencio y reflexión, alejándose del ruido digital y del ritmo acelerado del día a día. Reservar un espacio tranquilo para meditar, orar o simplemente estar a solas permite hacer conciencia sobre las emociones presentes y los valores personales.
Otro consejo consiste en eliminar lo que no suma. Esto puede incluir desde una limpieza emocional o mental hasta ordenar físicamente el entorno. Donar objetos que ya no se utilizan o replantear hábitos negativos puede ser el primer paso hacia una vida más armoniosa.
La gratitud también juega un papel fundamental. En lugar de centrarse en lo que falta, se sugiere valorar lo que se tiene y compartir gestos de amabilidad. Agradecer fortalece el espíritu y fomenta relaciones más positivas.
Expresar amor y aprecio es otra recomendación clave. Llamar a un ser querido, compartir tiempo o simplemente decir "te quiero" puede renovar vínculos y sanar heridas.
Liberarse del rencor contribuye a la paz interior. Perdonar, tanto a otros como a uno mismo, implica soltar el peso del resentimiento sin justificar el daño recibido.
Descubrir qué actividades brindan paz y cultivarlas ayuda a mantener el equilibrio emocional. Se recomienda identificar lo que genera calma y permitir que forme parte de la rutina durante estos días.
Finalmente, se invita a experimentar mayor gozo. Reconocer los momentos difíciles superados y tener fe en que todo mejorará forma parte del proceso espiritual. La confianza en una fuerza superior puede ser fuente de esperanza y renovación.
Esta Semana Santa puede convertirse en una experiencia más profunda. Más allá del descanso, es un tiempo para sanar, reconectar y crecer espiritualmente, transformando pequeñas acciones en pasos hacia una vida más plena.