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A través de un estudio hecho en el Hospital General de Massachusetts. investigadores comprobaron que el café, té y refrescos incrementan notablemente el riesgo de reflujo gastroesofágico (RGE) en comparación con otras bebidas consideradas tradicionalmente nocivas por su alto nivel de acidez, como las bebidas preparadas a base de cítricos como naranja y limón. De igual manera, pudieron medir los efectos positivos en la salud de las personas que conllevan suprimir dichas bebidas de la dieta y asimismo considerar algunas alternativas para revertir tal problema de salud.
El "Estudio sobre la salud de las enfermeras" fue la base de la División de Gastroenterología del Hospital de Massachusetts para documentar el consumo de café, té y refrescos y asociarlo con el RGE. Dicho estudio consistió en monitorear durante 12 años a 48.308 enfermeras del hospital, con edades de entre 42 y 62 años al inicio del estudio y que antes de iniciar este, presentaban síntomas leves o nulos de RGE.
Cada cuatro años las enfermeras llenaron cuestionarios sobre su consumo de bebidas. En estos se les preguntó los tipos que consumían y con qué frecuencia presentaban acidez o reflujo. Un 95% respondió, tomaba de dos a tres porciones de café, té o refresco por día y afirmó presentar síntomas semanales de RGE.
De entre las bebidas señaladas los investigadores indicaron, el refresco aumenta 18% más el riesgo de síntomas de RGE en comparación con el café y el té. Resaltaron que otros factores como el tabaquismo o sobrepeso no influyeron al determinar el aumento de síntomas de RGE por consumo de estas bebidas. Asimismo informaron, contrario a la creencia popular, los jugos hechos de naranja y limón no aumentan los síntomas del RGE. Por todo ello consideran, los médicos deben aconsejar a los pacientes con este padecimiento beber más agua en lugar de estas tres bebidas, pues hacerlo reduce los síntomas en un 4% para los consumidores de café y té y en un 8% para los de refrescos.
Se destaca de este estudio lo nocivo de estas bebidas en la salud de las personas, en particular del refresco, debido al panorama actual. De acuerdo a la Universidad de Yale, México ocupa el primer lugar a nivel mundial en consumo de refresco, con 40% más que Estados Unidos (segundo lugar a nivel mundial).
Entre 1999 y 2006 se triplicó el consumo de refresco entre los mexicanos dando como resultado 24 mil muertes anuales por estas bebidas, cifra registrada por el Instituto Nacional de Salud Pública. Varios son los problemas asociados con el consumo de refresco, se destacan: derrames cerebrales, gota, asma, artritis reumatoide, problemas dentales, obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades arteriales coronarias y óseas, envejecimiento prematuro y adicción.
Por otra parte, el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria indica, en México, el consumo de café y té apenas y aumenta 2% anualmente. En este aspecto Europa tiene los más altos niveles de consumo en el mundo y ningún país americano figura en listas de mayor consumo de estos productos.
Según la Fundación Española de Aparato Digestivo, el RGE afecta a un 30% de la población mundial al menos una vez a la semana. Como no hay una solución definitiva para este, la única opción es no consumir café, té y refrescos para así disminuir considerablemente el riesgo de sufrir reflujo gastroesofágico al evitar que los ácidos suban al esófago y dañarlo con úlceras y asimismo prever una posible muerte por obstrucción respiratoria si se producen atragantamientos con el reflujo.
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