Caminar con chaleco lastrado: beneficios, precauciones y cuándo evitarlo

 03-10-2025
Carlos Ortíz
   
Foto: Unsplash

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El uso de chalecos lastrados se ha vuelto una tendencia creciente entre quienes buscan aumentar la intensidad de su rutina de ejercicio al caminar o trotar. Aunque originalmente utilizados en entrenamientos de alto rendimiento, estos accesorios se han popularizado entre el público general como una forma de incrementar el esfuerzo físico sin modificar la duración del recorrido.

De acuerdo con el Dr. Vijay Jotwani, médico deportivo del Hospital Houston Methodist los chalecos con peso pueden ser útiles para quienes desean quemar más calorías durante la actividad física. Al añadir carga al cuerpo, el esfuerzo metabólico aumenta, lo cual intensifica la actividad sin necesidad de correr más rápido o durante más tiempo.

Sin embargo, el especialista aclaró que estos chalecos no deben considerarse un atajo para reducir la duración del entrenamiento. Más bien, recomienda su uso como una herramienta progresiva dentro de un programa de acondicionamiento físico.

Además de favorecer la quema calórica, los chalecos pueden contribuir a la salud ósea, especialmente en personas con diagnóstico de osteopenia o la osteoporosis. Jotwani explicó que los ejercicios con carga, como caminar con peso, estimulan los huesos de forma más efectiva que actividades sin impacto, como la natación.

En el ámbito cardiovascular, el peso adicional representa un estímulo que puede mejorar la resistencia física y, en corredores, favorecer el trabajo de velocidad. Al retirar el chaleco tras el entrenamiento, el cuerpo puede responder con mayor agilidad, generando una percepción de ligereza que facilita el movimiento.

A pesar de sus beneficios, el uso de chalecos lastrados no es aconsejable para quienes se inician en la actividad física. El Dr. Jotwani recomendó empezar sin peso, priorizando la constancia, y solo incorporar carga cuando se haya establecido una base de mayor intensidad en entrenamientos. Los modelos de chaleco suelen variar desde los 2 kg hasta más de 18 kg, por lo que es importante aumentar gradualmente el peso para evitar lesiones o sobreesfuerzo.

También advirtió sobre el uso en climas cálidos, ya que estos accesorios pueden interferir con la capacidad del cuerpo para disipar el calor, aumentando el riesgo de deshidratación o golpe de calor. En zonas húmedas o durante el verano, sugirió mantener una hidratación constante y hacer pausas frecuentes para evitar complicaciones.

Finalmente, el Dr. Jotwani subrayó que los chalecos con peso pueden ser útiles para incrementar de forma controlada la exigencia de las caminatas, pero su adopción debe hacerse de manera progresiva, observando siempre las señales del cuerpo y priorizando la seguridad.




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