Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Sergio Cara (NotiPress)
Un estudio publicado el 10 de enero 2022 en la revista científica Science, dirigido por investigadores del Imperial College de Londres, proporcionó la primera evidencia de un papel protector de las células T. De acuerdo con el nuevo informe, las células T de una gripe común pueden reconocer el virus SARS-CoV-2 cuando alguna persona se infecta.
Rhia Kundu, primera autora del estudio del Instituto Nacional del Corazón y Pulmones de Imperial College en Londres expresó en el artículo. "Descubrimos que los altos niveles de células T preexistentes por el cuerpo cuando se infectan por un resfriado común, pueden proteger contra la infección por Covid-19".
A pesar del importante hallazgo, Kundu hizo énfasis en no confiarse en los resultados y lo mejor, por el momento, es seguir protegiéndose contra la Covid-19 y completar los esquemas de vacunación. Este estudio comenzó en septiembre de 2020 cuando la mayoría de las personas en Reino Unido no habían sido infectadas ni vacunadas contra el SARS-CoV-2.
También, incluyó a 52 personas que vivían con alguien con infección por SARS-CoV-2 confirmadas con pruebas PCR, por tanto, habían estado expuestas al virus. Los participantes se hicieron pruebas PCR al principio y 4 y 7 días después para determinar si desarrollaron una infección.
Esto permitió a los investigadores analizar los niveles de células T preexistentes inducidas por infecciones previas por coronavirus del resfriado común y de esa manera reconocer las proteínas de la Covid-19. Tras los resultados, los científicos encontraron que había niveles significativamente más altos de estas células T de reactividad cruzada en las 26 personas que no se infectaron.
Por el contrario, las otras 26 personas que sí se infectaron, tuvieron un nivel mucho menor de células T cuyo propósito no reconoció del todo el virus del coronavirus. Todas las células T en cada voluntario se dirigieron a proteínas internas dentro del SARS-CoV-2, en lugar de ir directamente a la proteína espiga de la superficie del virus.
Actualmente las vacunas actuales no inducen una respuesta inmune a estas proteínas internas, ya que los investigadores afirman que las vacunas actuales van dirigidas a la proteína espiga. Sin embargo, una vacuna desarrollada para atacar las proteínas internas podría proporcionar una protección duradera para generar más células T y anticuerpos más resistentes.
Según los investigadores del Imperial College de Londres destacan que el estudio proporciona la evidencia más clara hasta la fecha respecto a las células T de los resfriados comunes. Un factor clave para entender el funcionamiento de las proteínas del SARS-CoV-2 y así desarrollar medicamentos para frenar su infección.