Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Una investigación del Centro de Salud Rural de la Universidad de Sídney demostró que un tratamiento centrado en el cambio de hábitos de vida mejora el manejo del dolor lumbar crónico. Esta afección, considerada una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial, no siempre se alivia con tratamientos convencionales, como los medicamentos. El estudio, publicado en JAMA Network Open, propone un tratamiento integral que integra apoyo al estilo de vida para reducir la discapacidad y mejorar la calidad de vida.
El ensayo controlado aleatorio incluyó a 346 personas de toda Australia que padecían dolor lumbar crónico y presentaban al menos un factor de riesgo asociado al estilo de vida. Entre los factores de riesgo identificados se encontraban el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo y una alimentación poco saludable. Los participantes fueron divididos aleatoriamente en dos grupos: uno recibió atención fisioterapéutica estándar, mientras que el otro accedió al "Programa de estilo de vida saludable (HeLP)".
Durante seis meses, los pacientes del programa HeLP recibieron apoyo personalizado de fisioterapeutas, dietistas y asesores de salud, quienes identificaron hábitos perjudiciales relacionados con el dolor. Entre los hábitos evaluados se incluyeron el peso corporal, la actividad física, la alimentación, el consumo de alcohol y el tabaquismo. Según los resultados del estudio, los participantes del programa HeLP mostraron una reducción de 1,3 puntos en el Cuestionario de discapacidad de Roland Morris. Además, lograron perder un promedio de 1,6 kilogramos más que el grupo de control que recibió tratamiento estándar.
El profesor asociado Chris Williams, investigador principal del estudio, destacó la importancia de una perspectiva integral en el tratamiento del dolor lumbar crónico. "Para solucionar el dolor de espalda es necesario centrarse en algo más que la espalda. Nuestros cuerpos no son como máquinas, somos más bien como ecosistemas en los que muchos factores interactúan y determinan cómo funcionamos y nos sentimos", afirmó Williams. Además, cuestionó la efectividad de tratamientos convencionales, como medicamentos o cirugías, para aliviar esta dolencia. "A demasiadas personas se les deriva a cirugía o se les recetan medicamentos que no ayudan e incluso pueden provocar más daños", agregó el investigador.
La doctora Emma Mudd, autora principal y directora de investigación de la Universidad de Sídney, resaltó la relevancia del programa HeLP en el contexto del dolor crónico. "Muchas personas que sufren dolor de espalda crónico nos dicen que se sienten abandonadas, y que a menudo las derivan a tratamientos costosos e ineficaces sin ofrecerles tratamientos recomendados que promuevan el autocuidado", explicó la doctora Mudd. También señaló que este enfoque integral no solo mejora el dolor de los pacientes, sino que promueve una mejor calidad de vida al fomentar el autocuidado.
El estudio sugiere que integrar el apoyo al estilo de vida podría beneficiar a los pacientes más allá del control del dolor, ayudando a prevenir otras enfermedades crónicas relacionadas. Sin embargo, la doctora Mudd advirtió que las directrices internacionales aún no reflejan completamente este enfoque terapéutico. "Nuestra investigación podría influir en futuras actualizaciones de las pautas sobre el dolor de espalda. Los pacientes valoraron el apoyo holístico y los resultados hablan por sí solos", subrayó Mudd.
Williams, por su parte, recomendó que los profesionales de la salud adopten una visión más integral en el tratamiento del dolor lumbar crónico. "Los médicos que tratan el dolor de espalda deberían considerar cómo integrar el apoyo al estilo de vida en su atención diaria. No parece haber una forma correcta o incorrecta de hacerlo, siempre y cuando el paciente sienta que se lo escucha y que forma parte de la toma de decisiones", concluyó el investigador.