Ciudad de México,
Patricio Contreras
Crédito foto: Pexels
Durante diciembre de 2020 han comenzado numerosos procesos para aprobar y distribuir vacunas contra la Covid-19; en los cuales México participó asegurando ya 107 millones de vacunas para la población. No obstante, esta tarea de inmunización global encierra una cantidad importante de desafíos tanto logísticos como de origen social y comunicativos. Ante esta situación, el grupo de consultoría técnica (TAG) sobre comportamiento y ciencias para la salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un documento con tres claves para incrementar las tasas de vacunación en tiempos de fake news.
Este documento es el resultado de una reunión sucedida el pasado 15 de octubre 2020, en la cual, expertos en ciencias del comportamiento discutieron los principales facilitadores y obstáculos a los que se enfrentan las campañas de vacunación. Afirmaron, si bien ese es el primer paso, la mera difusión de información sobre los beneficios de vacunarse no basta, pues existen muchos factores capaces de generar desconfianza en la población. Estos incluyen la novedad y el rápido desarrollo de las vacunas actuales, posibilitando que su funcionamiento sea parcial o inconsistente durante un periodo desconocido de tiempo y generando desconfianza. Por otra parte, existe una importante ola de falta de información y desinformación atribuyendo falsamente efectos negativos o toxicidad a las vacunas
Primero, es importante atraer a la mayor cantidad de personas que no participan activamente de la vacunación, pero no se oponen deliberadamente a ella. Para ello es importante facilitar las condiciones de vacunación en la mayor medida posible, lo que implica considerar factores prácticos como la locación, los costos y el tiempo que consume vacunarse. Sin embargo, también están en la ecuación cuestiones sobre las regulaciones vigentes, la calidad de la atención médica y la información disponible a la población
El segundo factor decisivo es la influencia social. De acuerdo con lo dicho por la OMS, la ausencia de influencias sociales favorables pueden acrecentar y radicalizar las posturas antivacunas. Estos cuestionamientos, cuando no son franca desinformación, pueden provenir del círculo social inmediato de cada persona o incluso de los medios de comunicación, lo que resulta un problema grave. Según una encuesta de la firma de ciberseguridad Kaspersky, 66% de los mexicanos aseguraron no saber diferenciar entre una fake news y una noticia verdadera.
Al respecto, el documento recomienda incrementar la visibilidad en los medios de historias positivas sobre la vacuna y las normas de seguridad implementadas en su aplicación. Aunado a lo anterior, es importante poner en el centro de esta conversación la opinión de miembros confiables de la comunidad. Especialmente el personal médico, quienes además serán los primeros en recibir la vacuna en varias comunidades y países.
Finalmente, es necesario exhortar a la población a que vaya por su propio pie a buscar la vacuna. No obstante, gestionar la motivación a nivel social resulta complejo y requiere combinar una serie de factores como el riesgo percibido de infección o secuelas graves, la confianza misma en la vacuna y una serie de valores comunitarios y emociones. Lo anterior, sin provocar extremos que lleven tanto a la inacción como a la acción violenta.
Para incrementar la motivación y combatir las fake news, la OMS recomienda generar confianza en la vacuna con la mayor anticipación posible y enfatizar los beneficios sociales de una vacunación exhaustiva. Relacionado con la anterior, los expertos sugirieron apelar al remordimiento anticipado de los individuos, remarcando los riesgos que el contagio podría conllevar para seres queridos.