Ciudad de México,
Jorge Cerino
Crédito foto: Josue Díaz (NotiPress/Composición)
Entre la comunidad médica y las instituciones de salud se desaconseja el consumo de alimentos ultraprocesados o comida chatarra, por sus consecuencias negativas para la salud. Según la Clínica Mayo, estas incluyen un mayor riesgo de cáncer colorrectal en hombres, mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte. Adicionalmente, la ingesta de esta comida chatarra podría también causar daños al cerebro, pues un estudio reciente relacionó su consumo con un deterioro cognitivo.
Así se publica en la revista científica JAMA Network, donde se dio seguimiento a 10 mil 775 personas durante ocho años. El estudio se realizó en Brasil, con pacientes quienes informaron una ingesta calórica extrema, superior a las 600 kilocalorías al día, pero menor a 6 mil kilocalorías por día. Vale la pena destacar que la comida chatarra o ultraprocesada suele tener colorantes, azúcares, sales y conservadores agregados y sin valor nutricional. Algunos ejemplos, según la Clínica Mayo son: pastelillos, nuggets de pollo, refrescos, papas fritas, entre otras más.
De esta forma, los investigadores encontraron una asociación entre un mayor porcentaje de ingesta diaria de energía de comida chatarra ultraprocesada y el deterioro cognitivo, durante los ocho años de seguimiento. A través de pruebas cognitivas para determinar el efecto de la comida en el cerebro, encontraron que las personas con un mayor consumo presentaron un deterioro cognitivo global un 28 por ciento más rápido. Adicionalmente, también hallaron una tasa de disminución de la función ejecutiva un 25% más rápida.
Según los autores del estudio, mantener una buena salud cognitiva del cerebro es clave para un envejecimiento exitoso. En este sentido, recomiendan limitar la ingesta de comida chatarra, principalmente en adultos de mediana edad, para evitar el deterioro cognitivo del cerebro. De acuerdo con la aseguradora Mapfre, la pérdida de memoria y habilidades son características del proceso del deterioro cognitivo. Este puede ir desde un deterioro leve o, si existe incapacidad para las actividades de la vida diaria, podría clasificarse como demencia leve, moderada o grave.
En América Latina el consumo de comida chatarra se considera un problema de salud preocupante, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Datos de la institución aseguran que la venta de alimentos y bebidas ultraprocesados en la región crecieron un 8.3% de 2009 a 2014 y nuevamente un 9.2% en 2019. En este sentido, la OPS asoció a la hipertensión arterial, la hiperglucemia en ayunas, el sobrepeso y la obesidad, como responsables del 31% de muertes en las Américas en 2004. En 2019, estos padecimientos relacionados con una mala alimentación fueron responsables del 44.5% de las muertes en la región.
Para un envejecimiento exitoso, con menor riesgo de deterioro cognitivo, los investigadores sugieren limitar el consumo de comida chatarra. Los riesgos para la salud de la ingesta de alimentos y bebidas ultraprocesadas son muchos y las autoridades sanitarias suelen advertir constantemente sobre ellos. Por esto, es importante aprender a identificarlos para poder llevar una dieta más adecuada, saludable y balanceada.