Foto: Patricia Manero (NotiPress)
Organizaciones civiles unieron fuerzas para una misión en común. Las Fundaciones AXA México, Pedro y Elena Hernández A.C. (FPEH) y Elisa Carrillo Cabrera A.C. presentaron un ambicioso plan para la protección del flamenco rosado en Yucatán, el cual se enfrenta a una drástica reducción de su especie. El proyecto busca estudiar diferentes aspectos ecológicos de la especie como también concientizar acerca de la importancia del ave para el ecosistema en general.
A partir de una inversión de 30 millones anuales durante 30 años, las organizaciones civiles planean monitorear los flamencos utilizando tecnología avanzada para realizar estudios que arrojen datos sobre el éxito reproductivo de la especie, censos aéreos con avionetas para estimar la población, instalación de localizadores satelitales en flamencos adultos y la evaluación de los hábitats prioritarios. A partir de estas acciones se espera mejorar el nivel de conservación de la especie frente a escenarios que amenazan su hábitat como el cambio climático, la urbanización, la contaminación, la sobreexplotación de poblaciones y el impacto de especies ferales.
Los flamencos son una especie emblemática que además de habitar en la península de Yucatán, se les puede encontrar en Florida y varias islas del Caribe, principalmente Cuba. Pero además de destacarse por su belleza, la cual ha sido un atractivo turístico para varias regiones, el flamenco cumple un papel ecológico esencial.
De acuerdo con las organizaciones que están llevando a cabo esta iniciativa, los flamencos "oxigenan el subsuelo y eso permite la preservación del mangle. El mangle es una barrera natural para la población y para los diferentes edificios" comentó la Fundación Pedro y Elena para NotiPress. Estas aves son capaces de indicar el estado de los humedales y las lagunas costeras, las cuales son ecosistemas que proporcionan servicios esenciales como la protección contra tormentas y la filtración de agua.
Por lo tanto, su conservación se vuelve un tema fundamental para preservar el equilibrio ecológico. Es por eso que, de acuerdo con las fundaciones, "tenemos que encontrar soluciones basadas en la naturaleza para poder preservar el país que tenemos hoy".
Además, el flamenco es también un símbolo cultural, por lo que la destacada bailarina Elisa Carrillo es embajadora e impulsora de este proyecto para la protección de los flamencos en México. "La misión que yo tengo es no solo de apoyar a que la gente se interese por la parte que te da el arte, sino también tener conciencia de la importancia que es cuidar nuestro medio ambiente y todo lo que es nuestro planeta", afirmó Carrillo.
Las organizaciones sienten un gran aliento para la preservación de esta delicada especie. Recientemente, han existido pláticas con algunos gobiernos para formar alianzas con otros países y así, extender la protección del flamenco al ámbito legal. Se espera que esta red pueda extenderse a todas las regiones en donde esta ave tiene presencia.
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