Foto: Pexels
Pese a las fortalezas del sistema de salud en Estados Unidos para la atención de enfermedades complejas y especializadas, la expansión del coronavirus COVID-19 ha puesto en evidencia las grandes deficiencias en el diseño de este sistema de provisión necesarios para la población.
Ante la pandemia, un gran numero de países de Europa y Asia han proporcionado a la población de manera gratuita los exámenes y pruebas para la detección del virus, incluso antes de que se presenten los primeros síntomas. Contrario a lo anterior, los ciudadanos estadounidenses o no cuentan con acceso a seguros de salud o deben asumir altos costos si se necesita tener acceso a las pruebas para detectar oportunamente el coronavirus.
La expansión de COVID-19 ha puesto en evidencia el hecho de que, según datos de la Oficina del Censo, aproximadamente 27,5 millones estadounidenses no tienen acceso a seguros de salud, provocando una falta de tratamiento oportuno. Inclusive para los privilegiados con algún seguro de salud, los pagos que no cubren las aseguradoras para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, por tanto se merman la cantidad de personas atendidas de manera oportuna.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, prohibió la llegada de extranjeros europeos y se han anunciado medidas económicas en diversas instituciones en busca de estabilizar los mercados financieros, no obstante, el plan concreto del gobierno desde su sistema de salud para lidiar con el coronavirus es incierto.
Una muestra de la falta de claridad para afrontar el problema fue la respuesta del secretario de Salud en el país norteamericano, Alex M. Azar, posterior al anuncio de Trump de que cualquier persona con sospechas de haberse contagiado de COVID-19 podría realizarse una prueba; ante estas declaraciones, Azar aclaró sólo aquellos que acudieran previamente a un especialista podrían realizarse las pruebas señaladas por el presidente norteamericano.
Por tanto, esta situación agudiza la desventaja para las personas que no cuentan con contratos fijos como empleados de servicios en restaurantes y hoteles, personas altamente expuestas al contacto directo con la gente para ofrecer sus servicios.
El doctor Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, declaró que el sistema de salud del país "está fracasando" por las formas en que se está intentando dar respuesta a los nuevos casos de coronavirus. Así, la pandemia ha puesto en evidencia las marcadas fallas del sistema de atención medica norteamericana y sus graves limitantes para atender problemas de magnitudes semejantes.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS