Ciudad de México,
Álvaro Sánchez
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Un trastorno psicológico que afecta a gran parte de la población es la demencia senil. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 50 millones de personas sufren de algún grado de esta enfermedad, cada año se registran 10 millones más y según un estudio global del grupo Alzheimer's Disease International, el número de personas con demencia senil en todo el mundo se triplicará para 2050.
La demencia es la muerte lenta del cerebro, lamentablemente no hay cura para esta y en casos avanzados las personas llegan a necesitar cuidados las veinticuatro horas. Cuidados que en medio de la pandemia son difíciles de proporcionar y que de no darlos aumentan el riesgo de propagación del coronavirus.
Científicos de todo el mundo han advertido esta mayor vulnerabilidad en personas con demencia senil, ya que este trastorno aumenta el riesgo de padecer Covid-19 por diversas razones, por ejemplo, las personas pueden olvidar lavar sus manos, saludar de beso o de mano, mantener una distancia adecuada, entre otras recomendaciones.
Asimismo los síntomas en los pacientes han aumentado debido a la situación social actual. La soledad y el aislamiento social, tanto domiciliario como en asilos, los están afectando porque los adultos mayores no se están ejercitando, no están socializando, muchos de ellos están cayendo en depresión, se están volviendo débiles y frágiles, lo cual produce más caídas, más fracturas y todo tipo de accidentes que los lleva a ser hospitalizados por razones ajenas al Covid-19.
No obstante, lo peor es que este padecimiento está siendo ignorado por tratar de frenar el brote de coronavirus. Los hospitales están repletos de pacientes con Covid-19, entre ellos personas con demencia senil, los cuales muestran un aumento de sus síntomas debido a que no se pueden atender las dos cosas, si se les atiende de covid-19, no pueden darles los cuidados necesarios para contrarrestar el demencia senil y viceversa.
Aunque el escenario es terrible, los especialistas creen se pueden tomar algunas acciones para contrarrestar estas dos causas que incrementan los síntomas de delirio senil en medio de la pandemia. Entre las medidas a tomar, invitan a las personas aisladas en sus casas y a los médicos de los hospitales de todo el mundo a adoptar las siguientes: poner a caminar a las personas con coronavirus -incluso si están con un respirador-, poner música relajante, mantenerse en comunicación poniéndolos a escribir, mantener su ciclo de sueño estable y permitir moderadamente las visitas.
De entre los especialistas que advierten esta situación resalta un mensaje humanístico y alentador del catedrático de la escuela de medicina de Harvard y director del Instituto para la Investigación del Envejecimiento del Cerebro, Sharon Inouye: "necesitamos ser conscientes del daño psicológico que ocasiona el aislamiento social en los adultos mayores, todos los humanos necesitamos interactuar, es una acción sumamente importante para la supervivencia y salud de todos".
La demencia senil afecta a gran parte de la población mundial y no se debe olvidar esta situación, señalada por los especialistas en medio de la pandemia como una muerte lenta, silenciosa y triste.