Un nuevo brote de mpox en la República Democrática del Congo (RDC) ha generado preocupación debido a la rápida mutación del virus, superando las expectativas iniciales. Científicos han informado que el virus, conocido como "clado 1b", se está propagando rápidamente en áreas con recursos limitados para su monitoreo. Esta situación ha llevado a la creación de "numerosos desconocidos" en cuanto a la gravedad y transmisión del virus, complicando la respuesta global, según expertos de África, Europa y Estados Unidos.
El mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, ha sido una preocupación de salud pública en algunas partes de África durante más de 50 años, pero resurgió como un problema global en 2022. El 14 de agosto de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una nueva emergencia sanitaria debido a esta cepa. El clado 1b ha causado más de 18,000 casos sospechosos y 615 muertes en el Congo este año, con casos adicionales reportados en África, Suecia y Tailandia.
Dando respuesta a esta crisis, la OMS ha lanzado un Plan Global de Preparación y Respuesta Estratégica, basado en sus recomendaciones previas. Este plan se enfoca en estrategias de vigilancia, prevención y respuesta, el avance en la investigación y acceso equitativo a diagnósticos y vacunas, la reducción de la transmisión de animales a humanos, y la participación de las comunidades en el control del brote.
Según informes de la BBC, el brote actual está afectando gravemente a los niños en el este de la RDC, quienes representan aproximadamente el 75% de los casos tratados. Lo anterior debido a sus sistemas inmunitarios menos desarrollados y condiciones de vida hacinadas. Sin embargo, un funcionario de la OMS destacó en una conferencia de prensa de la ONU el 20 de agosto que el mpox "no es el nuevo Covid-19". Subrayó también que las autoridades sanitarias cuentan con el conocimiento y las herramientas necesarias para controlar su propagación.