Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
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Datos de un informe realizado por el Hospital Houston Methodist revelaron que las hemorragias intracerebrales representan un 10% de todos los accidentes cerebrovasculares. Esto convierte a los derrames de sangre dentro del cerebro en una de las causantes con mayor tasa de mortalidad en las personas.
Aunado a ello, el reporte señaló que en las personas mayores de 60 años la hemorragia intracerebral (dentro del cerebro) es más frecuente en comparación a la hemorragia alrededor del cerebro o subaracnoidea. Médicos del Instituto Neurológico del Hospital Houston Methodist afirman que la hemorragia intracerebral suele derivarse de una hipertensión arterial crónica y la señal de alerta más común es dolor de cabeza intenso.
"Los diagnósticos más precisos están concentrados en los resultados de las pruebas de diagnóstico por la imagen", se puede leer en el documento compartido a NotiPress. Para llegar a estos resultados, los investigadores validaron una serie de pruebas de comportamiento para establecer un sistema modelo y estudiar las secuelas de la hemorragia subaracnoidea.
En ese sentido, el neurocirujano Gavin Britz aseveró que esta investigación tiene la intención de analizar el deterioro neurológico después de una hemorragia subaracnoidea.
Esa línea de base es particularmente importante a medida que desarrollamos terapias, dispositivos y medicamentos, a fin de tratar los efectos devastadores de los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos", indicó.Además, el también profesor del Departamento de Neurocirugía del Hospital Houston Methodist declaró a NotiPress que, gracias a los resultados, se podrán realizar futuras investigaciones. Por ejemplo, los déficits de aprendizaje y memoria o las formas de evaluar la eficacia de las intervenciones terapéuticas ocasionadas por la hemorragia catastrófica.
De acuerdo con el estudio del Hospital Houston Methodist, las hemorragias subaracnoideas tienen una mortalidad del 40 por ciento. En general, el 95 por ciento de los pacientes quedan con déficits neurológicos, psicológicos y cognitivos permanentes.
El estudio detalló cómo se comporta el accidente cerebrovascular y en los primeros días, después de la hemorragia, las lesiones provocan una disminución del flujo sanguíneo cerebral. Posteriormente, entre el día 3 y 14 después de la hemorragia subaracnoidea, alrededor de un tercio de los pacientes experimentan un empeoramiento de los síntomas neurológicos.
Algunos de estos problemas son la disminución de la conciencia, además las áreas del cerebro, particularmente aquellas relacionadas con el aprendizaje y la memoria, sufren un deterioro. Para los doctores del Hospital Houston Methodist, encabezados por el neurocirujano Britz esta investigación marca la pauta para ahondar en los accidentes ocasionados por las hemorragias cerebrales.
También, marca la pauta sobre los posibles mecanismos del sistema inmunitario, el flujo de líquido cefalorraquídeo y el flujo glinfático. Cada uno de estos nuevos estudios pueden contribuir a los déficits neurocognitivos observados en pacientes después de un accidente cerebrovascular, sostienen los médicos.