Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Mykenzie Johnson vía Unsplash
Según la Facultad de Medicina de la Universidad de Northwestern en Chicago, reveló que la luz durante el sueño en adultos mayores está relacionada con obesidad, diabetes y presión arterial alta. El documento publicado en el sitio Sleep Research Society, especifica que las luces nocturnas, por ejemplo la televisión encendida o smartphones se relaciona con tasas de enfermedad significativamente más altas.
Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron a hombres y mujeres con edades de 63 a 84 años y midieron la cantidad de luz expuesta con una pulsera inteligente mientras dormían. Además, durante el sueño, los voluntarios tuvieron más probabilidades de ser obesos, tener presión arterial alta y diabetes en comparación a los adultos que no estuvieron expuestos a ninguna luz.
Los otros participantes fueron expuestos a la luz incluso durante sus períodos de cinco horas más oscuros del día, que generalmente estaban en medio de su sueño por la noche. Los investigadores del estudio se sorprendieron al descubrir que menos de la mitad de los 552 participantes tenían consistentemente un periodo de cinco horas de oscuridad completa por día.
Según los especialistas, no encuentran todavía por qué la luz puede ser un factor de riesgo en estas afecciones. Sin embargo, las razones por las cuales pueden estar asociados es porque las personas con diabetes, obesidad o presión alta son más propensas a ir al baño durante la noche. Asimismo, el entumecimiento de los pies debido a la diabetes puede hacer a las personas querer mantener una luz nocturna encendida para reducir el riesgo de caídas.
Minjee Kim, doctor asistente de neurología en Northwestern Medicine y coautor del estudio, expresó que los dispositivos encendidos durante la noche generan contaminación lumínica. Adicionalmente, si viven en grandes ciudades como la de Chicago, donde las personas viven entre una cantidad abundante de fuentes artificiales de luz, las cuales pueden generar diabetes en adultos mayores.
En ese sentido, Kim informó que los adultos mayores tienen mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares, por tanto, buscaron saber cómo afecta la exposición de luz artificial durante el sueño. Ante esta situación, los especialistas de Northwestern Medicine aconsejaron que las personas eviten o minimicen la cantidad de exposición a la luz durante sus periodos de sueño.
Igualmente sugirieron no encender las luces, pero si necesitan tener una luz prendida (principalmente adultos mayores), lo mejor es convertirla en una luz ubicada cerca del piso. Otro aspecto clave es el color, ya sea ámbar, luz roja o naranja es menos estimulante para el cerebro, luces blancas o azules mantenerlas lejos se duerme.
También los tonos oscuros o las máscaras para los ojos son buenos si no se puede controlar la luz exterior, ello para evitar diabetes y otras enfermedades en adultos mayores. Asimismo, ubicar la cama en una parte de la habitación donde la luz exterior no brille directamente en la cara aminoraría el impacto en el sueño con luces encendidas.