Ciudad de México,
Jorge Cerino
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En años recientes, la comunidad internacional ha reconocido la importancia de trabajar conjuntamente con el fin de combatir el cambio climático y alcanzar un desarrollo sostenible. No obstante, con la crisis sanitaria y económica de la Covid-19, muchos de los objetivos para el desarrollo sostenible (ODS), establecidos en 2015, son ahora inalcanzables, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por lo que será necesario replantearlos. Estos objetivos establecidos para cumplirse en 2030, son diecisiete y contemplan temas como la eliminación de la pobreza y el hambre; la equidad de género y acciones contra el calentamiento global.
De acuerdo con la ONU, la pandemia de coronavirus provocará, incluso, un retroceso en los avances hacia las metas establecidas: más de setenta millones de personas serán orilladas de regreso a condiciones de extrema pobreza en 2020, el primer aumento en la pobreza global desde 1998; de los 1.57 mil millones de estudiantes en el mundo que se encuentran sin clase, 370 millones no tienen acceso a los programas de comidas escolares de las cuales dependen. También, los programas de vacunación infantil se han estancado en setenta países.
Según el Reporte 2020 de los objetivos para el desarrollo sostenible, muchos de los desafíos en la recolección de datos identificados durante estos primeros cinco años de implementación de los ODS limitan también severamente la respuesta a la Covid-19. Estos incluyen la falta de datos básicos de salud, sociales y económicos. Además, la crisis del coronavirus ha causado también, según una encuesta a 122 oficinas nacionales de estadísticas realizada por la ONU y el Banco Mundial, que el 96% de ellas hayan detenido total o parcialmente la recopilación de estos datos de forma presencial.
La principal diferencia con 2015, cuando se implementaron por primera vez estas metas, es que ahora los gobiernos cooperan mucho menos, mientras buscan recuperarse de la Covid-19 y se preparan para una depresión económica sin precedentes, provocando el aplazamiento de reuniones internacionales para proteger el clima y los humedales, afirman Robin Naidoo y Brendan Fisher, científicos ambientalistas.
Para Philip Alston, quien ha fungido como relator especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos, uno de los cambios a implementarse para los ODS a raíz de la pandemia de Covid-19 es la separación de los ODS de las metas de crecimiento económico, debido principalmente a las evidencias que señalan, este beneficia mayormente a los más ricos: "En lugar de poner fin a la pobreza, el crecimiento desenfrenado ha traído una desigualdad extrema, una precariedad generalizada en un mundo de abundancia, descontento y cambio climático, lo que tendrá el mayor impacto en los pobres del mundo".
"Todo lo que hacemos durante y después de esta crisis debe centrarse en construir economías y sociedades más equitativas, inclusivas y sostenibles que sean más resistentes frente a las pandemias, el cambio climático y los muchos otros desafíos globales que enfrentamos", expresó António Guterres, secretario general de la ONU.
Debido a la pausa forzosa impuesta en los objetivos para el desarrollo sostenible, así como el retroceso que podría significar la pandemia de coronavirus, especialistas dentro y fuera de la ONU coinciden en la necesidad de replantear las metas y en la importancia de no abandonar, ahora más que nunca, el trabajo conjunto para eliminar la pobreza, combatir el cambio climático y alcanzar mejores condiciones de bienestar en el mundo.