Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Patricia Manero (NotiPress/Composición)
Con la llegada del invierno, a veces se vuelve más difícil realizar actividad física por dolores articulares. No obstante, los expertos del Hospital Houston Methodist indican que la inactividad durante el invierno puede desencadenar una reacción en cadena. La disminución del ejercicio lleva a la debilidad y la inflamación muscular lo que provoca dolor y la rigidez que impiden el movimiento, limitando aún más el flujo sanguíneo en las articulaciones y la lubricación de las mismas.
Esto puede convertirse en una bola de nieve que genere problemas en las articulaciones. Sin embargo, existen formas sencillas para mantener las articulaciones flexibles, incluso cuando hay bajas temperaturas.
A pesar de que los investigadores no determinaron la razón exacta de por qué el dolor articular empeora en invierno, existen algunas teorías. Entre ellas, se señala la caída de la presión barométrica, la disminución de la circulación, y la inactividad. La tendencia a hibernar en el invierno puede provocar un menor movimiento general, lo que conlleva a mayor rigidez y dolor en las articulaciones.
"Estar quieto durante las bajas temperaturas hace que nuestras articulaciones tengan dolor", dice el Dr. Tim Brown, cirujano ortopédico de Houston Methodist. El especialista sostiene que aunque es normal perder el interés en hacer ejercicio cuando una articulación duele y que comienza un ciclo difícil de romper, "lo mejor que se puede hacer para evitar la rigidez y el dolor es seguir moviéndose durante los meses fríos".
Cuando se haga complicado disfrutar al aire libre, una forma de mantenerse en movimiento es realizar actividad física en interiores. Algunos ejercicios que se pueden realizar son: pedalear en una bicicleta fija, una forma de mantener las caderas y rodillas en movimiento; el yoga o tai chi, para mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la movilidad de las articulaciones; y caminar en cintas para correr o simplemente dar vueltas en el centro comercial.
El Dr. Brown subraya la importancia de adaptar la actividad física a las necesidades individuales, aunque "siempre es una buena idea consultar con el médico de cabecera antes de comenzar cualquier nuevo régimen de ejercicios", afirma. Así, puede uno asegurarse de que está protegiendo las articulaciones y la salud mientras realiza actividad física.
Si la rigidez o el dolor articular persiste, se recomienda consultar al médico. Un especialista puede ayudar a determinar la causa del malestar y recomendar los mejores pasos a seguir. Algunas opciones incluyen fisioterapia, medicamentos, inyecciones o derivación a un especialista en medicina deportiva o un cirujano ortopédico.
Pero, si el dolor en las articulaciones perdura durante todo el año, se puede aconsejar la cirugía de reemplazo articular. Esta opción puede ser la mejor para volver a realizar actividad física.
Aun así, el Dr. Brown recomienda mantener las articulaciones en movimiento, pero buscar ayuda si es necesario. De esta forma, se podrá evitar la rigidez articular en invierno y pasar la temporada de forma saludable y activa.