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La diverticulitis es una afección gastrointestinal la cual puede causar desde molestias leves hasta complicaciones que requieren atención médica urgente. Su aparición es más común con el avance de la edad, aunque también existen factores relacionados con el estilo de vida y antecedentes familiares. Esta condición se manifiesta principalmente con dolor abdominal en la zona inferior izquierda y otros síntomas variables, los cuales van desde la fiebre hasta trastornos digestivos.
"La diverticulosis es la afección clínica en sí", explicó la Dra. Christina Warner, cirujana colorrectal del Hospital Houston Methodist. "Se produce cuando se desarrollan protuberancias en forma de saco en la pared del colon. La diverticulitis se produce cuando uno de estos sacos se infecta, lo que provoca inflamación y, si la situación es grave, a veces incluso perforaciones en la pared del colon".
Respecto al origen de estas evaginaciones, Warner comentó que "la diverticulosis suele aparecer en zonas de debilidad natural en la pared del colon, generalmente donde se conectan las arterias". Agregó además que "si bien la diverticulosis puede desarrollarse en cualquier parte del tracto gastrointestinal, se presenta con mayor frecuencia en la porción izquierda del colon, específicamente en el colon sigmoide".
Este tramo del intestino, además de ser más estrecho, está sometido a mayor presión colónica, lo que podría contribuir a la formación de los divertículos. Entre los factores de riesgo más comunes se encuentran la edad avanzada, la obesidad, una dieta baja en fibra, desequilibrios en la microbiota intestinal y antecedentes familiares.
"También observamos que la diverticulosis es más frecuente en hombres que en mujeres", declaró Warner en información consultada por NotiPress. "Y aunque no hemos identificado ningún gen específico, podría haber algún componente genético. Por ejemplo, si uno de tus padres o un hermano tiene diverticulosis, es más probable que la desarrolles a lo largo de tu vida, aunque esto no es una garantía".
Los síntomas de un ataque de diverticulitis dependen de la gravedad de la inflamación. "Imagínese que un trozo de heces duras se atasca en uno de estos divertículos, lo que provoca una infección, inflamación e incluso una microperforación en el revestimiento del colon", señaló Warner. En casos leves, puede presentarse como un dolor intermitente, tipo cólico, que se intensifica después de comer. En situaciones más complejas, puede haber fiebre, náuseas, vómitos e incluso formación de abscesos.
El tratamiento varía según la gravedad del cuadro. "Depende de la gravedad de la infección", indicó Warner. En casos leves, el cambio temporal a una dieta líquida puede ser suficiente. "Pasar de una dieta sólida y abundante a una más blanda y líquida durante unos días suele ayudar a aliviar los síntomas", dijo. En situaciones más severas se puede requerir el uso de antibióticos, hospitalización o incluso cirugía.
Ante síntomas como fiebre, escalofríos, sangre en las heces o dificultad para evacuar gases, se recomienda acudir al hospital de inmediato. Aunque en el pasado se pensaba que ciertos alimentos, como semillas o frutos secos, provocaban ataques, Warner aclaró que "técnicamente, no hay datos que lo demuestren".
Como medidas preventivas, se sugiere evitar el tabaquismo, mantener un peso saludable, realizar ejercicio físico y seguir una dieta rica en fibra. "No existen alimentos milagrosos", sostuvo Warner, "pero una dieta rica en fibra y un consumo abundante de líquidos pueden ayudar a mantener el colon en movimiento".
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