Ciudad de México,
Jorge Cerino
Crédito foto: Alan Cortés (NotiPress)
La resistencia a los antibióticos, también conocida como resistencia antimicrobiana (RAM), es un problema de salud pública mundial el cual dificulta el combate de bacterias, hongos, virus y parásitos al volverse resistentes a los medicamentos. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la RAM es una de las 10 principales amenazas a la salud pública en el mundo. En el caso de la región de las Américas de la OMS, un nuevo estudio contabilizó que, en 2019, 569 mil muertes se relacionaron con la resistencia a los antibióticos.
Según los datos publicados, las muertes relacionadas con la resistencia antimicrobiana en los 35 países de la región representaron el 11.5 por ciento de las muertes globales asociadas con la RAM. La investigación publicada en The Lancet Regional Health – Americas, especifica que la mayor cantidad de muertes en la región a causa de la RAM fueron por infecciones respiratorias bacterianas. Junto a infecciones del torrente sanguíneo, intraabdominales y del tracto urinario, las cuatro representaron el 89% de las muertes por infecciones bacterianas en la región.
Asimismo, identificaron seis patógenos como los más letales: Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Streptococcus pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumannii. Adicionalmente, los cinco países con las tasas más altas de mortalidad asociadas a la resistencia antimicrobiana fueron Haití, Bolivia, Guatemala, Guyana y Honduras. En contraste, aquellos con tasas menores fueron: Canadá, Estados Unidos, Colombia, Cuba, Panamá, Costa Rica, Chile, Venezuela, Uruguay y Jamaica.
De acuerdo con un comunicado del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud, los nueve países con tasas de mortalidad más altas asociadas a la resistencia antimicrobiana no cuentan con un plan de acción nacional para la RAM o no lo han publicado. Por otro lado, Chile, Colombia, Costa Rica y Estados Unidos son países con un plan de acción nacional para la RAM financiado en al menos un año desde 2018. En consecuencia, señala la investigación, son países con algunas de las tasas de mortalidad por RAM más bajas.
Aunque la resistencia antimicrobiana surge naturalmente con el tiempo, a través de cambios genéticos, el uso indebido y excesivo de antibióticos y otros antimicrobianos está acelerando el proceso. Según la Organización Panamericana de la Salud, este mal uso de antibióticos es frecuente en muchos países, donde se administran sin supervisión profesional. Otros usos indebidos incluyen su administración en enfermedades virales, como resfriados y gripe, y como promotores del crecimiento en animales o para prevenir enfermedades en animales sanos.
Ya que la resistencia antimicrobiana está presente en toda la región de las Américas de la OMS, es necesario implementar nuevas medidas sanitarias para combatirla. De no hacerlo, advierten los expertos, dicha crisis de salud mundial podría empeorar y volverse incontrolable.