Foto: Kelly Sikkema on Unsplash
Debido a la pandemia de Covid-19, la educación en casa y en línea es la nueva realidad para los niños en edad escolar en México. Según cifras del secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, en el programa Aprende en Casa participaron el 85% de los estudiantes mexicanos de educación básica, media superior y superior. Mientras la mayor parte de los niños se han adaptado a esta modalidad y a las plataformas en línea, para otros la educación a distancia ha presentado un reto emocional.
Según el Centro de Especialización en Estudios Psicológicos de la Infancia (CEEPI), algunos niños, estudiantes de nivel primaria, han reportado cansancio, rechazo a las clases en línea y a las plataformas en aplicaciones o sitios web, e incluso han olvidado temas que ya habían aprendido o muestran cerrazón para aprender nuevos. Según la dra. Claudia Sotelo Arias, directora del CEEPI, los cuadros de ansiedad a causa del encierro, aunados a la exigencia de algunos padres respecto al rendimiento escolar de sus hijos, pueden complicar la situación.
De acuerdo a las observaciones del CEEPI, en estas condiciones es normal que los niños olviden lo aprendido, aunque, aseguran, esto es temporal y puede revertirse al retirarle al niño la presión y la exigencia por recordarlo. Señalan, pasar horas frente a la pantalla y las condiciones fuera del salón de clases provocan distracción en los niños y dificultad para concentrarse por largos períodos de tiempo. Además, los problemas de aprendizaje previos de algunos niños pueden agudizarse en el hogar a causa del encierro.
Entre las recomendaciones de los especialistas del CEEPI se encuentran el no hacerle la tarea a los niños, con el fin de fomentar su autonomía y la confianza en ellos mismos; clases de máximo tres horas, con un descanso de treinta minutos, así como el brindarle una oportunidad a esta nueva modalidad de estudio, ante la probabilidad de que haya llegado para quedarse. Subraya, además, el principal beneficio de la escuela a distancia es la oportunidad brindada a los niños para socializar con sus amigos durante el encierro. "Esto es fundamental, justifica por completo esta modalidad educativa y incluso puede ser más importante que el aprovechamiento escolar", declaró la doctora Sotelo.
Para los estudiantes universitarios, la educación a distancia en medio de la crisis por Covid-19 también ha supuesto un reto emocional, razón por la cual, varias universidades habilitaron o aumentaron la capacidad de sus call centers existentes con el objetivo de brindar atención psicológica a la comunidad. Algunos de los problemas que enfrentan los universitarios en este nuevo paradigma son el equilibrar escuela, descanso e, incluso, trabajo, además de la falta de un espacio adecuado o de la tecnología necesaria para acceder a las clases en línea.
La pandemia de coronavirus también ha afectado la rutina de padres y a otros familiares, quienes a la par de los niños, realizan sus actividades laborales a distancia y enfrentan los retos emocionales propios del trabajo en casa, tal como sus hijos con la escuela a distancia. Algunos especialistas han señalado, el home office puede causar más agotamiento mental y físico que trabajar en una oficina, con un mayor nivel de estrés para los empleados.
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