Ciudad de México,
A Amigon
Crédito foto: Larm Rmah en Unsplash
Autolesionarse es una problemática social que afecta principalmente a menores de 18 años, según la UNAM tan sólo en México el 14% de la población realiza alguna acción para autolesionarse. Al hallarse rodeado de estigmas, las personas no acuden por ayuda profesional; como una medida para hacer más disponible el tratamiento, la salud móvil (eHealth) está al alcance de los pacientes.
El Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención de Reino Unido define las autolesiones como cualquier acto para lesionarse o envenenarse a sí mismo, independientemente de la motivación. Esta misma institución señala, son actos significativos y persistentes precursores del suicidio; además las estadísticas se consideran mayores a las reportadas por el estigma.
Un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Oslo, Noruega, identificaron sólo el 34% de 11 mil 440 pacientes con autolesiones buscan ayuda. Esto se debe principalmente a los estigmas relacionados con esta práctica: considerar la autolesión como una forma de llamar la atención no permite considerarlo como un problema de salud mental.
Ante esta problemática tan común en personas jóvenes o menores de edad y la incapacidad de buscar ayuda profesional, la tecnología encontró la solución en los smartphones. La salud móvil o mHealth es una rama de la telemedicina que abarca teléfonos móviles, dispositivos de monitoreo, asistentes personales digitales, entre otros. A través de apps, servicios de mensajería o terapias virtuales, los profesionales de salud mental pueden acercarse a los pacientes.
Investigadores de la Universidad de Bath y del Fideicomiso de la Fundación Oxford Health NHS, realizaron un estudio para evaluar la eficacia del uso de dispositivos en autolesiones. Los resultados fueron publicados en la revista Journal of Medical Internet Research, con la revisión de 36 estudios de los últimos 4 años.
Los investigadores encontraron un creciente desarrollo por apps y servicios de mensajería para smartphones, con una gran posibilidad de continuar democratizando el acceso a terapias. Sin embargo, una tercera parte de las propuestas no contaba con personas que habían experimentado las autolesiones, alterando la eficacia de las intervenciones.
Otras problemáticas halladas son la falta de estudio en género y etnias, pues se tiene registro de mayor autolesiones en estos grupos poblaciones. Asimismo, sólo 5 de los estudios revisados tenían propuestas disponibles para una amplia variedad de público y gran parte de las propuestas no tenían información específica, causando preocupación sobre los consejos disponibles.
El estudio reportó la necesidad de más propuestas que abarcarán mejores intervenciones y fueran más amigables y discretas hacia los pacientes. Si bien se celebra el aumento de intervenciones a través de la tecnología, las autolesiones son una problemática de la salud mental que debe ser más estudiada para desarrollar métodos más efectivos.