Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
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La pandemia por Covid-19 vino a cambiar la rutina diaria de las personas a nivel global, ello incluye los hábitos alimenticios. Prueba de ello, es que los menores de edad están consumiendo más comida rápida de lo habitual.
Datos de la Encuesta Nacional sobre Salud Infantil del Hospital Pediátrico de la Universidad de Michigan Health, reveló que uno de cada 5 niños comieron comida rápida o fast food con más frecuencia. Además, el 88% de los adultos confesaron dejar elegir la comida de sus hijos y solo uno de cada 3 leyó antes la información nutricional de cada alimento.
Gary Freed, pediatra del hospital pediátrico de Michigan señala que la pandemia interrumpió muchas rutinas familiares, incluyendo dónde, qué y cuánto comen. "Los estilos de vida pueden afectar la dieta de los niños y ahora estamos buscando cómo la pandemia puede cambiar los hábitos alimenticios".
De acuerdo con los resultados de la encuesta, uno de cada 6 padres de familia afirmó que al menos dos veces a la semana consumen comida rápida. Asimismo, las opiniones de las familias sobre el consumo de la fast food variaron según la perspectiva de las madres y padres acerca del peso de sus hijas e hijos.
Los adultos quienes confirmaron comer al menos dos veces a la semana comida rápida, también afirmaron que sus hijos padecen sobrepeso. En comparación, aquellos adultos cuyas respuestas señalaron que sus hijos tienen peso normal, también respondieron consumir menos comida rápida.
Alrededor del 40% de padres de familia informaron estar demasiado ocupados para cocinar y uno de cada 5 dijo estar demasiado estresado por la situación actual de la Covid-19. Este tipo de respuestas tuvo una mayor relación con aquellos adultos que también informaron consumir con mayor frecuencia fast food y niños con sobrepeso.
Por esa razón, Freed explicó que los padres deben considerar leer la información nutricional antes de elegir la comida de sus hijos y aprender a tomar decisiones más saludables. "Sería casi imposible prohibir el consumo de fast food a nivel mundial, pero como adultos responsables sí podemos tratar de hacer esas comidas más saludables", añadió.
En contraste, un aspecto positivo de los resultados es el otro extremo de las respuestas el cual está relacionado con un estilo de vida más saludable para muchas familias. Principalmente, porque al permanecer en casa, padres y madres de familia comenzaron a cocinar más. Estos factores fueron clave para encaminar a algunas familias a tener más comidas caseras, por tanto, más saludables e incluso más económicas.
Aunque la comida y dieta de las familias está relacionada con el estilo de vida de cada persona, es importante añadir, la cultura de comer saludable comienza desde temprana edad. Los cambios en los hábitos alimenticios pueden resultar difíciles, pero con un poco de esfuerzo y constancia se pueden hacer grandes cambios para llevar una vida más saludable.