Ciudad de México,
Judith Moreno
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A partir del 1 de enero de 2026, los videojuegos con contenido violento, extremo o dirigido a mayores de edad quedarán exentos del pago del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), conforme al decreto publicado este 31 de diciembre en el Diario Oficial de la Federación. La medida establece un estímulo fiscal equivalente al 100% del impuesto aplicable, neutralizando así su efecto recaudatorio.
El decreto, firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum, releva también a los contribuyentes de cumplir con diversas obligaciones fiscales formales relacionadas con este gravamen. Entre los beneficiarios se incluyen tanto distribuidores nacionales de videojuegos físicos como prestadores de servicios digitales en México o desde el extranjero, siempre que no trasladen el impuesto al consumidor final.
De esta forma se formaliza lo anunciado por la mandataria el pasado 23 de diciembre, cuando declaró que la implementación del impuesto resultaba inviable. Sheinbaum argumentó que "es muy difícil distinguir entre un videojuego que tiene violencia y uno que no" y por lo tanto su gobierno optaría por no aplicar el cobro previsto.
Este impuesto, originalmente planteado en el Paquete Económico 2026, establecía una tasa del 8% para videojuegos clasificados como violentos o para adultos. La propuesta incluía ventas físicas, digitales, suscripciones y contenido adicional dentro de los juegos. Su inclusión en la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) generó críticas desde diversos sectores, tanto por la dificultad de clasificación como por las posibles afectaciones al comercio digital y físico.
Además, surgieron dudas con respecto a la jurisdicción del Ejecutivo para suspender un impuesto ya establecido en el Paquete Económico 2026. Una de las figuras que alzó la voz al respecto fue el coordinador parlamentario Ricardo Monreal advirtió la imposibilidad de eliminar el impuesto únicamente desde el Ejecutivo. Subrayó: "el Ejecutivo carece de facultades para desactivar por sí solo una ley vigente publicada en el Diario Oficial de la Federación", y explicó la necesidad de una reforma expresa a la Ley del IEPS o una modificación en la Ley de Ingresos para lograr su eliminación.
De este modo, el decreto publicado hoy opta por una vía administrativa: el otorgamiento de un estímulo fiscal. Esta estrategia permite suspender los efectos económicos del impuesto sin eliminarlo jurídicamente. Además, el documento aclara que este beneficio no se considerará como ingreso acumulable para efectos del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y exime de la obligación de presentar el aviso fiscal correspondiente.
También se releva a los proveedores digitales del cumplimiento de los artículos 5o.-A BIS y 20-A de la Ley del IEPS los cuales se refieren a las obligaciones fiscales de los residentes en el extranjero que prestan servicios digitales en territorio nacional, incluyendo el pago del impuesto y la presentación de información, para evitar posibles sanciones como el bloqueo de acceso a plataformas. No obstante, las obligaciones en materia de IVA para servicios digitales continúan vigentes.
Cabe recordar que esta propuesta fiscal fue parte de un conjunto de medidas destinadas a aumentar la recaudación en sectores considerados de alto impacto, como el tabaco, las bebidas azucaradas y los juegos con apuestas. En este contexto, las empresas refresqueras aceptaron limitar la promoción de bebidas con azúcar durante el Mundial de Futbol 2026, como parte de un acuerdo derivado de las modificaciones al IEPS el pasado 17 de octubre. Aunque el impuesto a videojuegos no entrará en vigor por ahora, las disposiciones restantes del paquete tributario se mantienen sin cambios.
Finalmente, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) quedó facultado para emitir las disposiciones administrativas necesarias para aplicar el estímulo fiscal conforme a los términos establecidos. Dentro de estas medidas se contemplan lineamientos específicos para plataformas digitales y distribuidores físicos, responsables de garantizar la no transferencia del impuesto al consumidor. El decreto también aclara la inexistencia de devoluciones o compensaciones fiscales derivadas del beneficio, cuya aplicación dependerá del cumplimiento estricto de las condiciones previstas.