Estas son las problemáticas mundiales en la distribución de vacunas contra Covid-19

 05-01-2021
A Amigon
   
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Foto: Freepik

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Ahora con la vacuna contra la Covid-19 desarrollada, la dificultad está en su distribución a todas las personas en cada país. Mientras expertos indican vacunar a las personas en la primera línea de defensa y poblaciones vulnerables, otros consideran medios más rápidos para inmunizar a la población. Desde dividir en dos mitades hasta sólo impartir una dosis, el debate se abre mientras se espera el turno para ser vacunado.

Ya la comunidad científica había indicado, desde la declaración de la pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el proceso más complejo en las vacunas era su distribución. Las predicciones fueron cumplidas, aunque existen al menos ocho diferentes vacunas desarrolladas las autoridades debaten sobre la mejor forma de administrarlas.

En casi todos los países, la vía elegida es primero inmunizar al personal de salud en primera línea de defensa contra Covid-19, así como personal del ejército por el despliegue de vacunas. Luego de esto, se planea vacunar a población de la tercera edad, en algunos países incluidos niños, y así abarcar poco a poco todas las edades.

México, por ejemplo, tiene planeado terminar la vacunación de médicos y enfermeros a finales de enero, y luego inmunizar a adultos de la tercera edad con término en marzo. La adquisición de millones de vacunas cada mes del año resulta importante para abarcar los términos impuestos así como el despliegue de más de 10 mil centros integradores.

Otros países, aunque contemplaban un plan parecido, discuten sobre nuevas medidas como Inglaterra, donde la cepa británica altamente contagiosa priorizó otros planes. Ante mayores contagios, el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización optó por inmunizar a todas las personas posibles con la primera dosis y retrasar la segunda dosis lo más posible.

La lógica detrás de esta problemática dinámica es utilizar las primeras dosis, la cual permite al sistema inmune reconocer el virus SARS-CoV-2, para inmunizar a la mayor cantidad de personas posible. Sin embargo, esperar hasta 12 semanas para la segunda dosis, en vez de los 21 o 28 días recomendados, podría implicar la pérdida de efectividad de la primera vacuna.

Este mismo argumento intentó discutirse en Estados Unidos donde los lotes de vacunas han sido insuficientes por su repartición a lo largo de los 50 estados. Moncef Slaoui, asesor científico de Operation Warp Speed, incluso ofreció dividir las dosis de vacunas en dos para abarcar más personas. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ya advirtió sobre esta decisión y declaró no optar por esta opción.

Al riesgo de no actuar lo suficientemente rápido o perder la eficacia de las vacunas se suma la falta de credibilidad en ellas. No sólo el movimiento antivacunas sino también personas creyentes de teorías conspiratoria por el "rápido y sospechoso desarrollo de la vacuna" están eligiendo no vacunarse, poniendo el riesgo los planes oficiales.

Quedan miles de millones de vacunas por desarrollar, distribuir y aplicar en cada país, con problemáticas únicas en la población. Las decisiones hechas por las autoridades buscan actuar rápido o abarcar más, pero no podrá saberse la efectividad de esta dinámica contra la Covid-19 hasta después.




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