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La capa de ozono que lentamente se va reconstruyendo tiene la principal prioridad de proteger a los ecosistemas y seres vivos de los fuertes rayos ultravioleta emitidos por el sol, pero las fugas de gas y las emisiones de carbono provenientes de los automóviles no permiten una correcta regeneración. Por ello, la Ciudad de México y la zona metropolitana del valle de México (ZMVM) han decidido tomar acción a fin de contribuir a las iniciativas mundiales y reducir al mínimo los índices de CO2 en el ambiente.
Durante la conferencia "Acciones para la temporada de ozono 2020", la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) explicó las medidas preventivas que serán activadas durante marzo a junio, meses donde la calidad del aire se vuelve mala por las altas temperaturas en el país.
Estas medidas fueron incorporadas por el Protocolo de Montreal a finales de los años 80 donde se acordó reducir la producción y consumo de numerosos productos químicos los cuales afectan el medio ambiente comienza a surtir efecto.
Víctor Hugo Páramo, coordinador ejecutivo de la CAMe, aseguró que la mayor amenaza para el medio ambiente son la combustión de los automotores y las fugas de gas LP, las que influyen directamente en el aumento de partículas volátiles en el país propiciando el aumento de CO2.
"El dióxido de carbono es un contaminante secundario, y produce gran variedad de compuestos orgánicos volátiles y estos residuos generan una gran contaminación en la Ciudad de México y el área metropolitana. Los compuestos de las pinturas en aerosol, productos de limpieza personal, fugas de gas LP, limpiadores y aromatizantes son algunos elementos que producen CO2", declaró.
En 1997 la mayoría de los sistemas de refrigeración y gran parte de los aerosoles utilizan un gas conocido como clorofluorocarbonos (CFC), que eran altamente contaminantes y por ello se dejaron de producir. El coordinador ejecutivo de CAMe afirmó que trabajan en conjunto con organizaciones y gobiernos locales con la finalidad de tratar de reducir las emisiones de CO2 en el valle de México.
"Muchas instituciones trabajan en conjunto con CAMe y los gobiernos de la Ciudad de México y el Estado de México también han brindado el apoyo necesario a fin de tener todo bajo control y buscar emitir lo menos posible dióxido de carbono durante los meses de marzo a junio cuando el calor se vuelve intenso en la CDMX", afirmó.
De acuerdo con el Panel de Investigadores del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), es muy importante reducir entre el 40 y el 70 por ciento las emisiones de cualquier tipo de gases causantes del efecto invernadero para el año 2050. Si se logra esa meta, se habrá dejado de emitir gases HFC de la tierra, de no llegar al objetivo señalado habrán serios problemas, incluso en los cultivos de alimentos.
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