
Foto: Gobierno de México
Las negociaciones arancelarias entre México y Estados Unidos ocupan un lugar central en la agenda comercial bilateral. Durante la conferencia matutina del 2 de mayo, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ofreció un panorama detallado sobre las gestiones realizadas para evitar impactos negativos en la industria automotriz.
Desde el inicio de los anuncios relacionados con aranceles, se logró establecer un marco de diálogo con autoridades estadounidenses. Ebrard recordó: "Desde el primer momento ustedes saben que se habló de aranceles. En un principio fueron hacia México y Canadá, relacionado supuestamente por los temas de seguridad." Estas conversaciones permitieron garantizar el cumplimiento de las disposiciones del T-MEC, asegurando así los productos que cumplen reglas de origen permanezcan libres de aranceles.
Se resaltó la existencia de una mesa de trabajo permanente entre la Secretaría de Economía y el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Este espacio ha sido clave para abordar temas sensibles, entre ellos el acero, aluminio y componentes de la cadena automotriz. Ebrard indicó: "Hay una mesa permanente ya de trabajo del equipo de la Secretaría de Economía y del equipo de la Secretaría de Comercio, que están revisando muchos temas." Las reuniones, según explicó, ocurren semanalmente o al menos cada quince días, buscando proteger sectores estratégicos mediante soluciones negociadas.
La cadena de suministro automotriz representa un ecosistema complejo, en el cual miles de piezas cruzan fronteras múltiples veces durante el proceso de ensamblaje. Ebrard compartió un ejemplo ilustrativo: "Me recuerdo muy bien porque hicimos hasta un vídeo por indicaciones a la presidenta, que creo que fue muy buena idea de explicar, creo que lo presentamos respecto a un pistón que cruza siete veces la frontera, es nada más una pieza." Esta dinámica resalta la importancia de asegurar condiciones comerciales estables para evitar costos acumulativos los cuales puedan poner en riesgo la viabilidad de empresas del sector.
El funcionario destacó cómo el objetivo de las negociaciones se centró en identificar intereses comunes entre ambos países, en lugar de buscar maximizar ventajas individuales. Según explicó, "la instrucción que recibimos fue tratar de buscar los puntos que son comunes, porque es muy fácil aumentar aquellos en los que tienes diferencias." Este enfoque permitió construir una relación de respeto y confianza con el secretario de Comercio de Estados Unidos, lo que ha sido determinante para alcanzar acuerdos que protejan millones de empleos en la región.
México incrementó su participación en la producción automotriz regional, impulsado por el tratado comercial firmado en 2019 que estipula mayores niveles de contenido regional. Esta integración creciente ha hecho que la estabilidad en las condiciones comerciales sea un elemento crítico para la economía de ambos países.
Por otra parte, el impacto de eventuales aranceles adicionales fue señalado como un riesgo significativo, al considerar que cargas acumuladas sobre acero, aluminio, autopartes y vehículos podrían desincentivar la actividad industrial. Las gestiones diplomáticas y comerciales realizadas hasta el momento buscan evitar precisamente ese escenario, preservando las cadenas de valor y la competitividad de América del Norte. Ebrard subrayó que, aunque se lograron avances importantes en las negociaciones, el trabajo continúa de forma constante, señalando que "cada día algo se avanza".
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