Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Judith Moreno (NotiPress)
Cinco ejes temáticos estructuran la estrategia de ayuda humanitaria que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días aplicará en México durante 2026. Estos incluyen salud y discapacidad, educación, seguridad alimentaria, atención a población vulnerable, y proyectos de agua y saneamiento. Durante el encuentro del 26 de noviembre previo al Informe Anual 2025, Alberto Vigueras, gerente de Ayuda Humanitaria, indicó en entrevista para NotiPress que las prioridades se definieron antes del inicio operativo.
"Antes de iniciar con la obra humanitaria que la Iglesia desempeña anualmente, se establecen, por ejemplo, este año vamos a trabajar en cinco prioridades que están enfocadas en salud y discapacidad, educación, población vulnerable, nutrición y seguridad alimentaria y cuestiones relacionadas con agua y saneamiento", explicó Vigueras. Los programas se definen con base en criterios técnicos y territoriales, considerando limitaciones operativas en zonas de difícil acceso o riesgo social.
Igualmente, la ejecución de los proyectos estará condicionada por factores de seguridad y logística. Según indicó Vigueras, en regiones donde existen grupos delictivos o conflictos sociales, las intervenciones se realizan a través de organizaciones implementadoras con presencia local y experiencia previa. "Trabajamos con organizaciones que tienen una reputación probada, que tienen una experiencia probada en el ámbito específico en el que la Iglesia desea ayudar", afirmó. Estas entidades son responsables de canalizar la ayuda en campo y adaptar las intervenciones a las condiciones del entorno.
El proceso de selección de beneficiarios y la medición del impacto se rige por un sistema técnico conocido como Mill Scorecards. Este modelo permite evaluar el cumplimiento de objetivos y detectar áreas de mejora operativa. Además, las mediciones periódicas incluyen auditorías externas realizadas por firmas independientes y especializadas. "Esta metodología incluye el poder tener empresas externas evaluadoras independientes que van a evaluar el proyecto y asegurarnos que se cumplió con el impacto", detalló Lilián Guzmán, gerente de Bienestar y Autosuficiencia en México, también entrevistada por NotiPress.
Las operaciones no se desarrollan de forma aislada. En coordinación con instancias gubernamentales y organizaciones civiles, la Iglesia articula sus proyectos con entidades como el Sistema DIF estatal y municipal, así como con organismos internacionales. "Muchos de los proyectos en los que colaboramos no es solamente una intervención de dos organizaciones, a veces es una intervención de la organización de la sociedad civil y de gobierno local", agregó Vigueras.
Durante la presentación del informe se reiteró el compromiso institucional de continuar con una labor estructurada, técnica y orientada a resultados. Las acciones previstas buscarán fortalecer capacidades locales en salud, educación, autosuficiencia alimentaria y acceso seguro al agua en comunidades de alta marginación en México.