Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Secretaría de Agricultura (México)
Bajo un repaso del sexenio más reciente, la secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural afirma haber puesto en marcha programas y acciones sin precedente para impulsar la actividad primaria sostenible. Con una visión puesta en el cambio climático la dependencia estatal señala haber utilizado la agricultura como una solución a los efectos de la contaminación a partir de una transformación en las actividades productivas y los sistemas alimentarios.
El titular de la secretaría, Víctor Villalobos Arámbula, destacó la sostenibilidad de la agricultura en México basada en buenas prácticas agrícolas y del cuidado de los suelos a partir de prácticas como controlar la erosión, inducir la captura de carbono y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. En este sentido, Villalobos Arámbula destacó la creación de la Estrategia Nacional de Suelo para la Agricultura Sostenible (ENASAS), con el objetivo de fomentar prácticas sostenibles para la recuperación y conservación del suelo y crear conciencia sobre su importancia en la agricultura y la producción de alimentos.
Por otro lado, Villalobos Arámbula resaltó la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores (ENCUSP). Este esfuerzo tiene las finalidades de promover la agricultura sostenible y atender las problemáticas que afectan las metas de sostenibilidad y seguridad alimentaria del país.
Además, el director de la dependencia señaló el Plan Estratégico de Cambio Climático del Sector Agroalimentario (PLECCA) el cual busca, bajo las condiciones de un clima cambiante, brindar los elementos necesarios para adoptar una visión sistémica, conjunta y de largo plazo en el sector agroalimentario mexicano.
Entre otros proyectos que se realizaron para desarrollar una agricultura sostenible se encuentran el programa Doctores de los Suelos, que cuenta con 50 formadores para replicar la información y ampliar el número de agricultores capacitados. Por su parte, la campaña Mi parcela no se quema fue coordinada por organismos públicos y privados entre abril y junio de 2024 para llevar a cabo acciones en los 32 estados alcanzando una población de 49 mil 508 productores.
La resiliencia fue otro de los aspectos destacados por el secretario a partir de técnicas como la incorporación de residuos de la cosecha en el suelo para retener humedad y facilitar el desarrollo de microorganismos, así como el manejo de agua para uso agrícola. En esto último, la Comisión Nacional de Zonas Áridas (CONAZA) trabajó en la construcción de pequeñas obras hidráulicas, represas y ollas de agua para la cosecha de líquido en temporada de lluvia y que se pueda infiltrar en el suelo.
A partir de la colaboración entre la ciencia y la investigación en el desarrollo de innovaciones agrícolas, se realizaron planes para enfrentar los retos del cambio climático, como también producto de la colaboración con instituciones internacionales para avanzar en materia de resiliencia en los sistemas agrícolas. De esta forma, se buscaron acciones pertinentes a través del Grupo de Coordinación de Cambio Climático del sector Agroalimentario, así como en los foros sobre Seguridad Alimentaria y Cambio Climático, en 2022, y el segundo sobre Ganadería Bovina Sustentable: una oportunidad para enfrentar el cambio climático, en 2023.
Villalobos Arámbula destacó todas estas iniciativas y muchas más como una forma de garantizar la seguridad alimentaria en México y posicionar al país como un agente del cambio para la resiliencia climática. A partir del impulso en una agricultura sostenible, el secretario hizo énfasis en la misión durante el sexenio más reciente en el rescate, cuidado y preservación de los recursos naturales y ecosistemas.