Buenos Aires,
Francisco Vicario
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En enero, Argentina experimentó una desaceleración inflacionaria notable, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), con un incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC-Costo de Vida) de 20.6%, marcando una reducción respecto al 25,5% registrado en diciembre y tras el récord de inflación de 2023. Este cambio se atribuye principalmente a las subidas en los sectores de bienes y servicios, transporte, y alimentos y bebidas. La noticia es un aliciente para la administración de Javier Milei dado el revés legislativo de la ley ómnibus y las predicciones de baja de la inflación del Gobierno.
Por su parte, el presidente Javier Milei, durante su gira por Israel e Italia, destacó los esfuerzos de su administración para combatir la inflación a través de políticas fiscales, monetarias y cambiarias. Aseguró que estas medidas están contribuyendo a la reducción de la inflación mayorista y anticipó una posible disminución sostenida del índice, siempre que se mantenga el equilibrio fiscal. La inflación es un elemento que no deja dormir al presidente Milei.
Sin embargo, el primer levantamiento de datos de expectativas del mercado (REM) del año realizado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) estimó una inflación del 21.9% para enero, ligeramente por encima de la cifra oficial del Indec. Este cálculo contrasta con el 21.7% reportado por la dirección de estadísticas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, evidenciando una divergencia en las mediciones.
Los rubros que más contribuyeron a la variación mensual incluyen alimentos y bebidas no alcohólicas, transporte, y salud, destacando incrementos significativos en precios de combustibles, medicina prepaga y medicamentos. Además, el sector de recreación y cultura experimentó un aumento debido a la temporada vacacional.
Ante este panorama, el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que la inflación está en descenso, subrayando que las cifras actuales están por debajo de las previsiones de muchos economistas. Destacó una mayor conciencia de precios por parte de los consumidores, con algunos precios incluso bajando en términos nominales. Esto, luego del traspié legislativo por la ley ómnibus y las alertas del Gobierno de acusar la suba de precios a la no aprobación de la ley ómnibus. Milei supo convertir un revés legislativo en un refuerzo para su Gobierno.
Pese a la desaceleración de la inflación, las consultoras privadas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectan una inflación elevada para el año en curso, aunque con una tendencia a la baja hacia finales de 2024. Las expectativas varían, con pronósticos que oscilan entre el 14% y el 252% anual, reflejando la incertidumbre y los desafíos que enfrenta la economía argentina.
Así, la inflación en Argentina pone de manifiesto la complejidad de estabilizar la economía en un contexto de políticas gubernamentales activas y expectativas de mercado fluctuantes. La evolución de estos indicadores será crucial para determinar la efectividad de las medidas adoptadas por Javier Milei y su impacto en la vida cotidiana de los argentinos. Ahora, Milei se enfrenta a un nuevo capítulo con legisladores y gobernadores de oposición, un desafío político que trae viento a favor con los indicadores económicos de una inflación a la baja.