Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El CONICET desarrolla una innovadora tecnología que utiliza larvas de Mosca Soldado Negra (Hermetia illucens) para convertir residuos orgánicos en productos de alto valor comercial. Este proyecto, liderado por Agustín Luna, investigador del Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (IIByT, CONICET-UNC), busca ofrecer alternativas sostenibles para la gestión de desechos en la industria alimentaria.
Según el Banco Mundial, en Argentina solo el 37% de los municipios cuenta con sistemas de separación de residuos sólidos. La mayoría de estos desechos terminan en basurales a cielo abierto o rellenos sanitarios sin ser tratados ni valorizados de manera diferencial. Este manejo, además de generar problemas ambientales y de salud pública, desaprovecha las oportunidades económicas que presentan los residuos orgánicos.
La tecnología desarrollada se basa en el uso de larvas de Mosca Soldado Negra, que transforman la materia orgánica en biomasa rica en grasa y proteína de alta calidad. "La larva de MSN consume el residuo y aumenta unas diez mil veces su peso en solo quince días", explicó Luna. Asimismo, el proceso genera quitina y quitosano, compuestos presentes en las mudas de las larvas, que actúan como estimulantes del desarrollo vegetal.
Por su parte, el asesoramiento técnico ofrecido por el equipo incluye la adecuación de residuos orgánicos como sustrato para las larvas, el monitoreo de su tasa de crecimiento, análisis de la biomasa generada y cálculo del excedente del proceso. Esto permite que los productores evalúen esta estrategia frente a otras opciones como el compostaje o los biodigestores.
Se destacan el bagazo de cerveza y el alperujo de aceituna entre los residuos analizados. Luna señaló, este último es el residuo de la extracción de aceite de oliva, compuesto por la pulpa de aceituna y, todavía, entre un 5 y un 10 por ciento de aceite. Así, uno de los descubrimientos fue que la larva de MSN que crece en alperujo tiene un 60 por ciento de grasa, principalmente de ácidos grasos de cadena corta. Así, tanto por cantidad como por calidad, tiene un gran potencial para fabricar biocombustibles y como aporte calórico para la nutrición animal.
Raúl Marín, investigador asociado, destacó que esta estrategia es versátil y puede aplicarse a diversos tipos de residuos, incluyendo frutas y verduras descartadas, heces de animales y restos de frigoríficos.
El modelo de bioconversión también permite combinarse con tecnologías como la digestión anaerobia para producir biogás. Marín explicó que para aves de corral, las larvas pueden ofrecerse enteras deshidratadas o vivas, lo que incrementa la complejidad del alimento y favorece comportamientos de exploración.
Finalmente, los investigadores destacan que residuos con componentes bioactivos pueden condicionar las propiedades de la larva. Luna comentó: "El alperujo de aceituna tiene muchos polifenoles que son buenos antioxidantes y algunos también son antimicrobianos. La larva de mosca criada en ese sustrato podría ser utilizada como un suplemento dietario con cantidades significativas de polifenoles".
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