Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Un grupo de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en Argentina, desarrolló un innovador dispositivo para el diagnóstico temprano del cáncer de mama: un mamógrafo no invasivo que utiliza luz roja e infrarroja, evitando las molestias de la compresión mamaria y los riesgos de la radiación ionizante. La tecnología, bautizada como MamoRef, es el resultado del trabajo de la empresa Bionirs, fundada en 2019 por Nicolás Carbone y otros investigadores del grupo de Óptica Biomédica del CIFICEN (UNCPBA-CICPBA-CONICET).
Tiene como objetivo mejorar las tasas de detección temprana de lesiones malignas y disminuir significativamente la cantidad de biopsias innecesarias. Carbone resaltó: "nuestros trabajos de investigación tenían un horizonte de transferencia cercano y aprovechamos la oportunidad".
Impulsado por ciencia argentina
El concepto detrás de MamoRef surgió en 2017, cuando Carbone y su equipo comenzaron a explorar el potencial de la luz infrarroja para detectar anomalías mamarias. La idea se consolidó tras destacarse en competencias como Prendete e IB50k, que ayudaron a visibilizar el proyecto. En 2019, el equipo firmó un acuerdo con CITES, el Centro de Innovación Tecnológica del Grupo Sancor, asegurando financiamiento para avanzar con el desarrollo del prototipo.
La compañía comenzó a operar formalmente en 2020, en plena pandemia, desarrollando las primeras versiones del mamógrafo. A lo largo de 2023, el dispositivo fue sometido a pruebas clínicas en el Hospital Privado de la Comunidad en Mar del Plata, con resultados alentadores. Actualmente, se realizan más estudios en centros médicos como Intecnus, en Bariloche, para obtener la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y comercializar el equipo.
Cómo funciona el MamoRef
MamoRef utiliza luz infrarroja, una tecnología que no requiere comprimir el tejido mamario ni exponerlo a radiación. Además de generar imágenes anatómicas, ofrece datos metabólicos que permiten a los médicos determinar con mayor precisión si una lesión es maligna o benigna.
"El cáncer de mama es uno de los tumores con más incidencia [...] Con nuestra tecnología queremos ayudar a resolver esta problemática", explicó Carbone. Actualmente, hasta un 80 % de las mujeres sometidas a biopsias no presentan patologías malignas, lo que genera altos costos emocionales y económicos para las pacientes y el sistema de salud.
Los métodos tradicionales, como la mamografía con rayos X, son efectivos para detectar anomalías, pero menos útiles para clasificar su malignidad. Además, el procedimiento puede resultar doloroso, lo que desincentiva la continuidad de los controles. Según estudios citados por el equipo de Bionirs, entre el 20% y el 50% de las mujeres no vuelven a realizarse estudios hasta que presentan síntomas.
Además, el especialista no se limita al cáncer de mama. Actualmente, exploran el uso de luz infrarroja para evaluar el flujo sanguíneo cerebral y la perfusión en injertos de piel, con la intención de expandir su tecnología a otras áreas biomédicas.
El socio gerente de CITES, Nicolás Tognalli, destacó el apoyo al proyecto al considerarlo "una excelente oportunidad de inversión". El también fundador se justifica al decir, "aborda un problema médico de alta prevalencia a nivel mundial".
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