Foto: Composición NotiPress
En el primer día de la Cumbre del G20 que se lleva a cabo en el Museo de Arte Nacional de Río de Janeiro, el presidente argentino, Javier Milei, fue recibido por su par brasilero, Luiz Inácio Lula da Silva. A las 10:45, Milei fue el último mandatario en arribar a la cumbre quien llegó junto a su hermana Karina Milei, y fueron recibidos por Lula y su esposa, Rosangela da Silva.
Ambos protagonizaron un encuentro tenso marcado por la distancia y las claras diferencias ideológicas. En un intercambio breve y formal, ambos líderes cumplieron con el protocolo y rápidamente siguieron su camino hacia las sesiones del foro internacional.
Para esta oportunidad, el contraste ideológico entre Milei y Lula puede verse reflejado en el comunicado final que debe ser firmado por todos los líderes del G20. Según medios locales, desde la delegación del Ejecutivo argentino aseguraron que si el texto diplomático violenta su perspectiva personal e ideológica, el presidente no firmará el acuerdo.
Lula busca avanzar en temas como el cambio climático, el desarrollo sustentable y la implementación de un impuesto a los "super ricos". Estas iniciativas cuentan con el respaldo de varios líderes del G20, pero no por el mandatario argentino, quien instruyó a su equipo de negociadores a revisar exhaustivamente el borrador del comunicado final antes de tomar una decisión sobre su firma.
El presidente argentino dejó clara su posición respecto a varios temas clave. Milei no comparte la perspectiva de Lula con respecto al cambio climático y desarrollo sustentable y condicionó su apoyo a que se respeten los intereses de Argentina. Por otro lado, el presidente argentino exige una condena contundente por parte del G20 a la invasión rusa sobre Ucrania, algo que no está completamente reflejado en el borrador actual presentado por Brasil. Además, con respecto a la guerra en Medio Oriente, Milei señaló que no firmará el comunicado si no incluye un cuestionamiento explícito a Hamas y a la influencia de Irán en la región.
Varios de estos aspectos exigidos por Milei chocan con la posición de Brasil, país que pertenece a los BRICS y que incluyó recientemente dentro del bloque a Irán. En efecto, la negativa de Milei a aceptar ciertas condiciones podría derivar en una crisis dentro del foro multilateral, considerando que el consenso es fundamental para la emisión del comunicado final del G20.
Además de su participación en las sesiones del G20, Milei priorizó encuentros bilaterales clave para fortalecer la posición económica de Argentina. En primer lugar, Milei tendrá la oportunidad de reunirse con el presidente chino, Xi Jinping. A pesar de sus críticas previas a China, el presidente argentino busca asegurar el swap chino, crucial para reforzar las reservas del Banco Central argentino.
Por otro lado, Milei se reunirá con el primer ministro indio, Narendra Modi, quien apunta a aprovechar las economías complementarias de ambos países y fortalecer la cooperación comercial. Asimismo, tiene planeadas reuniones con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva, y el titular del Banco Mundial, Ajay Banga. Milei busca consolidar el apoyo financiero internacional, en sintonía con la nueva etapa de relaciones marcada tras la cena de Milei con Donald Trump.
La distancia ideológica entre Milei y Lula, sumada a las posiciones divergentes de Argentina respecto a temas globales como el cambio climático y los conflictos internacionales, marcan un G20 con fuertes tensiones. A pesar de ello, la delegación argentina busca aprovechar el foro para avanzar en acuerdos estratégicos que permitan estabilizar la economía del país y redefinir su rol en el escenario global.
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