El enfrentamiento de Javier Milei con diputados y claves de una crisis política

 08-02-2024
Francisco Vicario
   
Portada | Argentina
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

Luego del episodio legislativo en el que la ley ómnibus perdió todo el terreno ganado, incluso su aprobación en lo general por diputados, el enfrentamiento entre Javier Milei y diputados inicia un nuevo capítulo de enfrentamientos en la política argentina. Por su parte, el presidente Milei lanzó una serie de críticas y calificativos ¿despectivos? contra los diputados que inicialmente apoyaron la votación en general de la ley ómnibus, pero posteriormente expresaron objeciones sobre artículos específicos. Esto marcó un nuevo capítulo en la política argentina, aunque realmente nada nuevo que el jefe de Estado no haya revelado desde que era candidato. Este hecho no solo revela la volatilidad de las alianzas legislativas, también profundiza la división existente dentro del espectro político del país y genera las condiciones clave para una crisis política.

Por su parte, la ley Bases, que incluía entre sus disposiciones la facultad de intervenir en los fideicomisos de fondos provinciales, generó un amplio respaldo en una primera instancia, logrando 144 votos a favor, superando ampliamente el umbral requerido. Este apoyo inicial contó con la participación de distintos bloques políticos, desde La Libertad Avanza (LLA) hasta el Propuesta Republicana (PRO), la Unión Cívica Radical (con las notables excepciones de Facundo Manes y Pablo Juliano) y la mayoría del bloque Hacemos Coalición Federal (HCF), liderado por Miguel Ángel Pichetto, así como los representantes de provincias de Innovación Federal.

Sin embargo, la situación dio un giro cuando, en la votación en particular, 55 de los 144 diputados manifestaron su oposición a uno o varios aspectos del proyecto, lo que llevó al oficialismo a suspender el debate y remitir nuevamente el proyecto a comisión para su revisión. Este cambio de postura fue particularmente notable en el bloque de Pichetto, donde se registró el mayor número de disidencias, aunque el propio Pichetto mantuvo su apoyo a todas las disposiciones. Igualmente, se observaron divisiones dentro del radicalismo, mientras que el Pro mantuvo una postura más unificada, con la excepción de la abstención de Gabriel Chumpitaz en un inciso específico.

Asimismo, el vocero presidencial Manuel Adorni expresó en conferencia de prensa el 7 de febrero desde Casa Rosada, "no entendíamos si aplaudían que 6 de cada 10 chicos sean pobres en la Argentina" y se preguntó "si les causó gracia que un empleador no pueda contratar empleados en Argentina". La oposición aplaudió la caída del proyecto en medio de los debates sobre la continuidad de la ley ómnibus, lo que causó estupor, por decir lo menos, en el Gobierno nacional.

La reacción de Javier Milei, sin distinciones entre los opositores a ciertos incisos y aquellos que rechazaron el proyecto en su totalidad, evidenció la complejidad y las tensiones inherentes al proceso legislativo argentino. Además, la categorización de los diputados como parte de una "casta" o "conjunto de delincuentes" refleja una estrategia política que busca diferenciar su propuesta y enfoque del resto del espectro político, aunque esta estrategia pueda resultar en un mayor aislamiento y conflictividad en futuras negociaciones legislativas. Ya en campaña, el por aquel entonces candidato había anticipado que ante el boicot de una propuesta legislativa, lo primordial era denunciar a quiénes votaban en contra de un proyecto de mejora para el país.

Este episodio subraya la importancia del diálogo y la negociación en el marco legislativo, especialmente en un contexto de creciente polarización y fragmentación política. El Gobierno mostró inicialmente un perfil dialoguista, constructivo y fue reticente a «negociar» cuestiones que puedan favorecer a unos pocos. La capacidad de construir consensos y de gestionar las disidencias internas será fundamental para avanzar en cualquier agenda legislativa en Argentina, donde la diversidad de opiniones y la dinámica de las coaliciones políticas exigen un enfoque más inclusivo y menos confrontativo. El enfrentamiento de Milei con diputados disidentes pone en relieve una ruptura, la antesala de una crisis política.




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