Foto: Conicet
La empresa Erisea, fundada en 2021 por la científica del CONICET Tamara Rubilar y un grupo de socios del sector privado, se destaca por su enfoque en la biotecnología acuícola desde la Patagonia. Especializada en el desarrollo de suplementos dietarios basados en antioxidantes marinos, esta Empresa de Base Tecnológica (EBT) combina más de veinte años de investigación científica con un modelo de negocio innovador. Sus productos, comercializados bajo la marca Promarine, están aprobados por la ANMAT y respaldados por certificaciones internacionales.
Su fundación surgió en Puerto Madryn, donde Rubilar comenzó sus estudios en Ciencias Biológicas enfocándose en los mecanismos de reproducción de los erizos de mar. Durante su carrera, una experiencia personal impulsó la creación de la empresa: su hijo fue diagnosticado con una enfermedad autoinmune que le generaba severas alergias. "Comencé a hacer extractos con moléculas de los erizos de mar para mi hijo y al año le sacamos los corticoides", relató Rubilar. Este descubrimiento marcó el inicio del desarrollo de suplementos basados en antioxidantes con efectos antiinflamatorios y beneficios para el sistema inmune.
Actualmente, Erisea utiliza extractos del erizo de mar Arbacia dufresnii, una especie autóctona de las costas patagónicas, para desarrollar productos como Echa Marine, que ayuda a aliviar los síntomas del COVID-19 prolongado, y Marine Epic, diseñado para fortalecer la salud celular y prolongar la longevidad. También destacan Marine Fusion, combinando antioxidantes con omega-3 para la salud cerebral y cardiovascular, y Marine Pulse, un suplemento enfocado en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Rubilar enfatiza que todos los productos "fueron validados clínicamente o cuentan con certificaciones internacionales".
El desarrollo de esta iniciativa no habría sido posible sin el apoyo público y privado. Rubilar participó en diversos programas de formación para emprendedores, organizados por instituciones como WISE LATAM y el Instituto Pasteur, y logró captar la atención de socios inversores de la empresa Mirabella SRL. "Nos interesó el proyecto de Tamara no solo como negocio, sino también porque queríamos contribuir a la salud y calidad de vida de las personas", expresó Pedro Mateos, uno de los socios.
Por el año 2022, Erisea inauguró una planta de producción de 800 m² en el Parque Industrial Pesquero de Puerto Madryn. Este espacio cuenta con tecnología avanzada para el cultivo de erizos de mar, implementando protocolos de bienestar animal y técnicas para maximizar la acumulación de antioxidantes en sus huevas. Según Rubilar, la planta produce antioxidantes con una concentración quinientas veces mayor al medio natural y una frecuencia de cosecha optimizada.
La empresa también se enfoca en fomentar el desarrollo científico en la región. Además de su equipo compuesto por investigadores y técnicos, Rubilar actúa como mentora para otros científicos interesados en transformar sus investigaciones en productos y servicios. "Siempre pensé a la carrera científica de una manera social, es decir, de seguir un camino para que mi investigación y formación profesional tenga un impacto en la sociedad", destacó.
Hoy en día, Erisea busca consolidarse en el mercado local mientras trabaja en expandir sus productos a nivel internacional. Según Gastón Domecq Chantry, uno de los socios, "nuestra expectativa es contribuir a un estilo de vida saludable con suplementos accesibles basados en investigaciones científicas".
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