Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Robles Casas & Campos
Una imagen publicada en un aviso inmobiliario en Mar del Plata expuso un caso que permaneció oculto por ocho décadas. En una fotografía de la casa de Patricia Kadgien se observaba un óleo del pintor Giuseppe Ghislandi, identificado como el Retrato de una dama, buscado desde la Segunda Guerra Mundial. La difusión de esas imágenes llevó a una denuncia ante la justicia argentina y abrió una investigación más amplia sobre la familia Kadgien.
Perteneciente originalmente al marchante judío Jacques Goudstikker, el óleo fue arrebatado durante la ocupación alemana en Ámsterdam. Documentos de 1946 lo relacionaban con Friedrich Kadgien, funcionario nazi refugiado en Argentina tras la derrota alemana. Durante décadas no existieron pistas sobre el destino de la obra.
La denuncia presentada por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero impulsó varios allanamientos en Mar del Plata. Aunque el óleo no apareció de inmediato, los investigadores encontraron otras pinturas, grabados y dibujos. Los peritos señalaron que dos de esas piezas datan del siglo XIX, y ahora se revisa si también corresponden a bienes denunciados como robados.
Tras la detención domiciliaria de Patricia Kadgien y su esposo, Juan Carlos Cortegoso, la pintura fue entregada por su abogado en la fiscalía marplatense. El representante legal, Carlos Murias, declaró: "la obra había sido retirada de la casa para preservarla y darla en custodia a la justicia ordinaria civil". La fiscalía dispuso que el lienzo permanezca bajo resguardo en un depósito especializado hasta que se defina su destino.
Los cargos contra Kadgien y Cortegoso incluyen encubrimiento y obstrucción, además de sospechas vinculadas al ocultamiento de la obra. Paralelamente, la justicia federal mantiene una investigación por presunto contrabando, originada en la denuncia oficial que siguió a la publicación de las imágenes inmobiliarias.
Nacido en 1907 en Alemania y fallecido en Buenos Aires en 1978, Friedrich Kadgien integró las SS y colaboró con Hermann Göring. Durante la ocupación de Ámsterdam participó en la confiscación de bienes de comerciantes judíos. Informes históricos sostienen que en su huida hacia América trasladó diamantes y obras de arte, que luego formaron parte de su patrimonio en Argentina.
El Retrato de una dama, fechado en 1710 y valuado en aproximadamente 50 mil dólares, representa a la condesa italiana Colleoni. Los expertos confirmaron su autenticidad y buen estado de conservación. Los herederos de Goudstikker reclaman la restitución de la pieza, en línea con más de 200 obras recuperadas en distintos procesos internacionales.
Finalmente, el caso iniciado por una fotografía inmobiliaria no solo permitió recuperar un cuadro de alto valor histórico, también abrió una pesquisa sobre otras piezas de la familia Kadgien, ahora bajo peritaje y custodia judicial en Argentina.