Ciudad de México,
Brenda Rodríguez
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ratificó su estimación de crecimiento económico del 5,5% para Argentina en 2025, en la actualización de su informe de Perspectivas Económicas Mundiales, publicada el 29 de julio. Esta previsión se sostiene días antes de la votación del directorio del organismo al igual revisión de metas del programa argentino, que incluiría un posible desembolso de 2.000 millones de dólares.
Durante la conferencia de prensa de presentación del informe, el economista en jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, afirmó "la economía argentina está experimentando una fuerte recuperación. Este es ciertamente un desarrollo muy bienvenido," el funcionario destacó, la inflación podría ubicarse entre 18% a 23% hacia fines de 2025, y explicó que esta recuperación se apoya en "mejoras en la confianza, en el crédito, los salarios reales y todo eso como resultado de un proceso de desinflación muy fuerte, muy exitoso hasta ahora".
Un informe del WEO también revisó al alza el crecimiento global, proyectando un 3% en 2025 y un 3,1% en 2026. Esto representa un incremento de 0,2 y 0,1 puntos porcentuales respectivamente respecto a las previsiones de abril. Entre los factores que explican la mejora se mencionan condiciones financieras globales más favorables, menor presión del dólar y expansiones fiscales en economías clave.
En lo que refiere al caso argentino, el FMI subrayó que el programa económico "ha tenido un inicio sólido a pesar de un contexto externo más complejo: la desinflación y el crecimiento han continuado, la pobreza ha seguido reduciéndose y Argentina se ha reincorporado a los mercados internacionales de capital antes de lo previsto". No obstante, persisten diferencias entre el Gobierno argentino y el staff técnico del Fondo, especialmente en el ámbito de las reservas internacionales.
Según trascendidos, esta cuestión fue motivo de fricciones tanto en las negociaciones formales como en reuniones informales del directorio del organismo, que se reunirá el jueves para tratar la revisión del programa. Si se aprueba, el FMI enviaría un nuevo desembolso de 2.000 millones de dólares al Banco Central argentino.
A relación con el panorama internacional, el FMI advirtió que "se espera que el crecimiento global se desacelere", reflejando el agotamiento de estímulos fiscales y distorsiones comerciales previas. Aun así, el organismo prevé que la inflación global bajará a 4,2% en 2025 y 3,6% en 2026.
Tal informe también alertó sobre posibles riesgos: "un repunte en las tarifas efectivas podría conducir a un crecimiento más débil", mientras que las tensiones geopolíticas y la incertidumbre comercial podrían "interrumpir las cadenas de suministro globales y aumentar los precios de las materias primas". Además, el Fondo advirtió que déficits fiscales amplios o aumentos en la aversión al riesgo podrían elevar las tasas de interés y restringir el financiamiento en los mercados internacionales.
Finalmente, el FMI consideró que un entorno de mayor previsibilidad y reformas estructurales pendientes podrían contribuir a mejorar las perspectivas. "Las políticas deben generar confianza, previsibilidad y sostenibilidad", sostuvo el informe.
Mientras el directorio del FMI se prepara para decidir sobre la continuidad del programa con Argentina, queda en evidencia que los avances actuales se sostienen en un equilibrio delicado. ¿Podrán mantenerse estos indicadores positivos si persisten las tensiones internas en las metas pactadas?