Ciudad de Buenos Aires,
Martín Olivera
Crédito foto: Conicet
Miles de personas participaron de la Noche de los Museos en Buenos Aires, donde el CONICET ofreció una amplia gama de actividades educativas e interactivas. En el Centro Cultural de la Ciencia (C3), investigadores, becarios y personal del CONICET presentaron sus proyectos sobre inteligencia artificial, energías renovables y biomedicina en una serie de stands y talleres accesibles al público general. Estas propuestas, diseñadas para acercar la ciencia a la sociedad, generaron una importante convocatoria en diferentes puntos de la ciudad.
Tres institutos del CONICET destacaron sus investigaciones mediante exposiciones y charlas en el Polo Científico Tecnológico. En el stand del Centro de Simulación Computacional para Aplicaciones Tecnológicas (CSC), los temas principales fueron la inteligencia artificial, los fractales y las energías renovables. La exposición "Inteligencia Artificial: Qué Es, Qué No Es y Por Qué Importa" abordó el impacto de la IA, incluyendo temas como el sesgo en los datos y los peligros asociados. Otro espacio del CSC se centró en energías renovables, mientras que una tercera exhibición explicó cómo los patrones geométricos fractales permiten modelar sistemas físicos y biológicos de la naturaleza.
El Centro de Investigaciones en Bionanociencias (CIBION) propuso mesas de trabajo y actividades interactivas para todas las edades. En una de estas mesas, titulada "Del laboratorio a tu botiquín", se mostró el proceso de creación de medicamentos desde su fase inicial. Otra mesa de trabajo se enfocó en experimentos de fluorescencia, explicando cómo los principios de la microscopía se aplican en el estudio de virus. En el tercer espacio, los visitantes exploraron herramientas de IA para predecir estructuras proteicas, en una dinámica que ayudaba a comprender las complejas interacciones de las proteínas.
También estuvo presente el Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA) quien organizó actividades sobre genética, neurociencia y sueño. Entre los temas expuestos, se incluyó el análisis de estímulos neuronales y el papel de la genética en el sueño, donde los asistentes pudieron observar bajo lupas a ejemplares de la mosca de la fruta, utilizada como modelo en estudios de genética. Además, el instituto ofreció talleres creativos para que los asistentes dibujaran células y bacterias, incentivando una conexión personal con la ciencia.
Además, el Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia" (MACN) presentó ocho mesas a cargo de cinco de sus laboratorios, donde los visitantes aprendieron sobre las investigaciones de ecología, herpetología, aracnología, limnología y paleontología. Las exposiciones destacaron adaptaciones de plantas, características de anfibios y reptiles autóctonos, y mitos sobre los arácnidos.
Finalmente, en el Instituto de Botánica Darwinion (IBODA), en colaboración con el Jardín Botánico Carlos Thays, los asistentes pudieron conocer el ecosistema del Tala, un árbol nativo de más de 130 años. Los investigadores guiaron actividades como la observación de flora nativa, un mural colaborativo sobre el Talar y estaciones educativas sobre la vida de las mariposas, acercando a los visitantes a la biodiversidad local y al valor de las ilustraciones científicas en publicaciones especializadas.