Foto: Sergio F Cara (NotiPress/NotiPress)
Argentina atraviesa un incremento significativo en la producción de litio y proyecta cifras récord para 2025. De acuerdo con datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), el país alcanzaría una producción de 130,800 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE). Esta cifra representa un aumento del 75% respecto a lo estimado en 2024.
Durante este proceso de expansión productiva, se han presentado acusaciones de subfacturación en las exportaciones del mineral. La Cámara Latinoamericana del Litio amplió el expediente penal 3309/23 ante la Justicia federal, señalando irregularidades en los precios declarados por compañías exportadoras. Según esta entidad, las diferencias entre el precio internacional y los valores informados superan el 40%.
En cifras, el valor promedio internacional del litio en 2024 fue de 15,157 dólares por tonelada, mientras los exportadores argentinos declararon un precio FOB promedio de 8,889 dólares. Esta diferencia habría significado una pérdida de 403 millones de dólares en divisas que no ingresaron a la economía nacional, según indicó la Cámara.
Pablo Rutigliano, presidente de la organización denunciante, declaró que esta situación se ve facilitada por la falta de reconocimiento oficial del litio como commodity estratégico. Esta ausencia de clasificación impide aplicar normativas específicas de fiscalización y control que podrían limitar tales prácticas.
A través de una presentación realizada por la CAEM y la Asociación Internacional del Litio (ILiA) en Buenos Aires, se abordaron temas relacionados con el futuro de la industria en el país. Representantes del sector afirmaron que, pese a las medidas arancelarias recientes impuestas por el gobierno de Estados Unidos, la minería local no se vería afectada de manera significativa.
Igualmente, en paralelo al crecimiento de inversiones y capacidades productivas, las denuncias por evasión fiscal y vacíos en el control estatal ganan visibilidad. Estos elementos han reactivado discusiones sobre la necesidad de revisar el marco normativo vigente para garantizar transparencia en las operaciones de exportación del litio.
Fuera del ámbito técnico y judicial, la atención ahora se dirige hacia las instituciones encargadas de garantizar el cumplimiento de las leyes fiscales. La magnitud de las cifras implicadas convierte al litio no solo en un recurso estratégico, sino también en un eje clave del debate sobre control económico y rendición de cuentas en el comercio exterior.
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