Ciudad de Buenos Aires,
Martín Olivera
Crédito foto: Senado Argentina
El Senado de la Nación se reúne este viernes 26 de diciembre en una sesión clave para definir el futuro del Presupuesto 2026, uno de los proyectos más relevantes del año legislativo. Aunque el oficialismo cuenta con apoyo para la aprobación en general, la atención está centrada en el tratamiento artículo por artículo, especialmente por el impacto político y financiero de los recortes propuestos en áreas estratégicas como educación, ciencia y defensa.
Tras obtener media sanción en la Cámara de Diputados el pasado 18 de diciembre, el proyecto llega al recinto del Senado con tensiones vigentes. Durante su paso por la cámara baja, el Gobierno debió retirar el capítulo XI, que incluía la derogación de las leyes de emergencia en discapacidad y financiamiento universitario, frente al rechazo opositor. Ahora, la discusión en particular pone el foco en el artículo 30, señalado por eliminar metas legales de inversión que funcionaban como garantías mínimas para sectores clave del gasto público.
El texto del artículo establece la derogación de disposiciones que fijaban un piso del 6% del PBI para educación, un esquema de aumento progresivo del financiamiento científico hasta alcanzar el 1% del PBI en 2032, y un mínimo del 0,2% para la educación técnico-profesional. Además, deja sin efecto el inciso 1 del artículo 4 de la Ley del Fondo Nacional de la Defensa (Fondef), que garantizaba un 0,35% de los ingresos corrientes para ese sector.
Otra disposición controvertida es el artículo 12, que exige a las universidades nacionales presentar "la información necesaria para asignar, ejecutar y evaluar los recursos que se les transfieren por todo concepto" ante la Subsecretaría de Políticas Universitarias. El texto agrega que el Ministerio de Capital Humano podrá "interrumpir las transferencias de fondos en casos de incumplimiento en el envío de dicha información en tiempo y forma".
Buscando sostener el texto original, el oficialismo intenta aprobar el Presupuesto sin modificaciones, pero senadores de la UCR y Convicción Federal anticiparon su rechazo al artículo 30. En ese escenario, un número reducido de ausencias o abstenciones podría ser decisivo para que algunos artículos sean rechazados y el texto deba regresar a Diputados.
El plan presupuestario para 2026 proyecta un crecimiento del 5% del Producto Bruto Interno, una inflación del 10,1% anual y un tipo de cambio oficial de $1.423 en diciembre del próximo año. Se estima un superávit primario del 1,5% del PBI, con un resultado financiero levemente positivo del 0,2%. Las exportaciones se incrementarían un 10,6% y se asignarían $4,8 billones a las universidades nacionales.
Durante la sesión se tratará también la ley de Inocencia Fiscal, respaldada por el oficialismo, aunque sin el mismo nivel de controversia que el Presupuesto. Los artículos sensibles serán votados por separado, dejando abierta la posibilidad de nuevos retrocesos legislativos.
Además de su impacto interno, la sanción del Presupuesto 2026 integra los compromisos asumidos por el Gobierno ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la última revisión del acuerdo por US$20.000 millones. Según el documento técnico presentado en agosto por el equipo económico, el Ejecutivo se comprometió a enviar un presupuesto con "la regla de déficit cero" y a incluir un marco fiscal de mediano plazo.
En caso de que el Senado introduzca cambios, el proyecto deberá volver a la Cámara baja para una segunda revisión. De no sancionarse antes del 30 de diciembre, el Ejecutivo podría convocar a sesiones extraordinarias en enero o febrero, ya que desde 2023 el Gobierno gestiona sin un presupuesto actualizado.